Una de las primeras medidas que ha tomado el presidente del gobierno central, Pedro Sánchez, ha sido la de eliminar las medidas de control del Estado sobre las finanzas de la Generalitat de Cataluña.
La ministra de Enseñanza y portavoz del gobierno, Isabel Celaá, ha anunciado después del Consejo de Ministros de este viernes que «después de culminar la aplicación del artículo 155, hemos dado instrucciones a los bancos para que la Generalitat pueda hacer pagos sin pasar por la supervisión de las cuentas».
La ministra portavoz ha añadido que a partir de ahora «los bancos podrán financiar al Govern en sus gastos sin necesidad de la supervisión del sello de España».
El gobierno de Sánchez deshace así la orden que dio el gobierno de Mariano Rajoy en 2015 por la cual el Estado pasó a intervenir las cuentas de la Generalitat cuando la administración catalana se adhirió al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
A partir de 2017 el gobierno del PP decidió controlar totalmente las cuentas del ejecutivo catalán con el objetivo de evitar que el gobierno de Carles Puigdemont usara dinero público para la organización del referéndum independentista del 1-O.
Isabel Celaá ha advertido, pero, que el ejecutivo central «tenemos fórmulas para estar informados, se supervisarán los recursos para que el gasto sea legítimo y acordado a la ley», añadiendo que el Gobierno «estará informado de las eventuales partidas que pudieran orientarse a cuestiones catalanas».
Ante este anuncio, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha denunciado que «Sánchez en su primera decisión paga una de las hipotecas de su pacto con los separatistas y levanta el control de las cuentas en Cataluña».
En un tuit en Twitter, Rivera ha añadido que «será suya la responsabilidad de lo que Torra destine a reactivar el proceso contra nuestra democracia. Grave error».
