¿A qué ‘influencer’ independentista se le han sublevado los seguidores?

Mark Serra, en una foto de su web de Instagram
Mark Serra, en una foto de su web de Instagram

A Mark Serra Parara. Sus cuentas de facebook, twitter e instagram tienen un número de seguidores espectacular (unos 180.000, 50.000 y 5.500 respectivamente). Es militante del PDeCAT y firme seguidor y defensor de Carles Puigdemont y Quim Tuesta.

El mensaje que ha provocado el rechazo de muchos de sus seguidores lo colgó en la red a las 11 de la mañana del pasado jueves 17 de agosto. Recriminaba la actitud que consideró demasiado pacífica de los independentistas ante los actos de solidaridad con las víctimas de los atentados del año pasado en Barcelona y Cambrils. Decía: "No tenemos nada que hacer con un pueblo cobarde y resignado que quiere ser esclavo. En el 11S para hacer coreografías de catalanito dócil no me encontraréis. La mayoría del pueblo catalán no pasa de súbdito obediente. Siento vergüenza de pertenecer a un país esclavo, obediente e indigno que no se defiende. ¡VERGÜENZA! Los que no lucháis y calláis como unos cobardes para 'evitar la violencia ', según decís, lo que conseguiréis precisamente es violencia. Porque un día algunos estaremos hasta los cojones de callar y no defendernos. No se puede compartir lucha con los súbditos y los que no quieren perder nada. No sois de los míos".

El mensaje recibió más de doscientos comentarios, la mayoría de los cuales recriminaban la apuesta de Serra por la violencia. Miriam Garay, por ejemplo, escribía "Marc, hoy no era el día. ¡No somos como ellos! No me gustan los insultos a tu propio pueblo. Cuando sea el momento haremos lo que haga falta… ¡pero con cabeza!". Rosa Quer le preguntó: "¿Te has vuelto loco? ¿O te has reconvertido? ¿Violencia? No queremos, gracias". Maria Isabel Padilla decía: "Tú lo que quieres es un baño de sangre. Tú también estás lleno de rabia. Eres muy parecido a ellos".

Y así decenas de comentarios. El alud de quejas, sin embargo, no hizo mucho efecto en Mark Serra, que una hora después insistió en la misma idea: "Decir que se evita la violencia poniéndose de rodillas o callando, acabará fomentando la violencia de los que están hartos de arrodillarse o callar. Y yo siempre apoyaré al que lucha y sentiré asco y vergüenza del que calla o se arrodilla".

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