El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont se ha dado de baja del PDECat. Así lo ha comunicado el presidente de la formación, David Bonvehí. Puigdemont asegura que continuará "trabajando, ahora como presidente de Junts per Catalunya, para mantener una relación cordial entre las dos formaciones".
Después, destacados cargos públicos y nombres relevantes posconvergentes han seguido los pasos del expresidente. Es el caso de la mayoría de los consejeros de este espacio, como por ejemplo la consejera de Presidencia, Meritxell Budó; los consejeros de Interior, Miquel Buch; Territorio, Damià Calvet, y Políticas Digitales, Jordi Puigneró. En un comunicado conjunto, los cuatro culpan el partido de Bonvehí de no seguir el mandato de las bases y de judicializar la relación con JxCat.
También lo han hecho los ex consejeros encarcelados en Lledoners: Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn. En una carta que ha enviado desde la prisión a Bonvehí, Turull lamenta que las últimas decisiones de la dirección hacen muy complicado mantener la doble militancia. Y como ya ha hecho Puigdemont, alarga la mano para mantener una relación cordial entre las dos formaciones.
El alud de bajas del PDECat no se para, consumándose el divorcio. Los regidores de JxCat en el área metropolitana de Barcelona dejarán de ser militantes del partido demócrata a partir de este martes. En un comunicado, los cargos locales consideran inadmisible la decisión de llevar el nuevo partido de Puigdemont a los tribunales por el conflicto sobre si puede usar las siglas de Junts. Los regidores metropolitanos se suman a los senadores de JxCat y al ex consejero Lluís Puig, que ya rompieron el carnet el sábado.
El partido que preside Bonvehí calcula en unas 800 las bajas de militantes a consecuencia de la pugna con JxCat (un 7% del total). La vista por la demanda interpuesta por el PDECat contra JxCat por el control de las siglas será el 25 de septiembre.
