"Yo le diría que las personas que han estado al frente han sido peligrosamente incompetentes y que no tendríamos que permitir que en unas elecciones mantuvieran su puesto de trabajo", ha manifestado Oriol Mitjà, el infectólogo y exasesor para el desconfinament del expresidente Quim Torra, sobre los responsables de hacer frente a la pandemia de la Covid-19, en un momento de la entrevista que ha concedido este jueves al programa Planta baixa (TV3) durante el cual se refería a la gestión de la Generalitat de Cataluña.
"Como lo hemos hecho de mal que tenemos la tasa de mortalidad más elevada de todo el planeta. Tenemos 700 muertos por cada millón de habitantes. Aproximadamente, me parece que son unas 8.000 muertos por siete millones y medio de catalanes. En Alemania sólo tienen 70, diez veces menos. Y en Japón, diez", había dicho, de hecho, justo antes. Mitjà ha añadido a continuación, dirigiéndose al presentador, Ricard Ustrell, que si hubiera vivido en Alemania, "habría tenido diez veces menos posibilidades de morirse [por la Covid-19] y si hubiera vivido en el Japón, 100 veces menos", y que "lo atribuyo directamente a las decisiones y la falta de capacidad de tomar decisiones de una manera suficientemente ágil", y a que "desde las cúpulas directivas ha habido batallas partidistas" y que, en cambio, ha faltado "la preparación" para "entender" las actuaciones "desde el punto de vista diagnóstico y terapéutico" que habrían evitado "una gran parte" de las muertes.
El infectólogo e investigador del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona ha defendido que es preferible apostar por hacer tests aunque "no son perfectos" y no sólo porque "la perfección es enemiga de lo que es bueno", ya que considera erróneo esperar a que surja la solución perfecta en lugar de actuar. Mitjà ha lamentado que desde el Departamento de Salud se ha encontrado con "reticencias" a la estrategia de tests que propone, ya que "las cúpulas directivas de Salud" son, según él, "garantistas" y "conservadoras", y no quieren implementar "estrategias innovadoras". En concreto, ha citado las reticencias ante los falsos negativos y a los falsos positivos que pueden dar como resultado estos tests. De los falsos negativos ha dicho que representan un 3% de los casos no detectados por estas pruebas, pero que la carga viral seria tan baja que no serían casos infecciosos. En cuanto a los falsos positivos, ha explicado que son uno de cada 200 que se testan, y aboga por solucionar el problema confirmando si es positivo lo es verdaderamente mediante una prueba PCR.
Mitjà, así mismo, ha afirmado que la "problemática de raíz" es que a las personas que toman decisiones los falta "un poco de chispa ", en referencia, por ejemplo, a la consejera de Salud, Alba Vergés, de la que ha dicho que no sólo "le falta conocimiento en medicina y salud pública", sino también "humildad para escuchar a los expertos", hecho que ha afirmado esgrimiendo, además, la descripción de cómo tiene que ser el perfil de los líderes que afronten la pandemia, según una revista científica.
El infectólogo, que considera, en cambio, que el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, sí que "tiene ganas de hacer cosas", como una prueba piloto sobre los test, se encontró en el epicentro de la polémica en la primera oleada de la pandemia sobre todo por sus declaraciones. En particular, consideró que se tenía que relevar a Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, por no haberse dejado asesorar por "las personas que modelan las predicciones", explicó a Crónica Global. Por otro lado, Mitjà pidió que se despolitizara la lectura de sus recomendaciones y que el debate se limitara a los aspectos científicos.
