El papel de Enric Masip en el Barça ha venido decreciendo a medida que han ido pasando los meses y los años. Empezó liderando los ataques más sanguinarios y descontrolados contra Josep Maria Bartomeu durante la carnicería en que se convirtieron las semanas del voto de censura, y acabó de desatarse hasta la grosería en la campaña electoral. Tras la victoria de Joan Laporta, como había que recompensarle los servicios prestados, aunque más como guardaespaldas físico e insultador por cuenta del laportismo que por otra cosa, se le ofreció un cargo generosamente remunerado como asesor del presidente en materia deportiva, incluido el área de fútbol.
El problema es que se creyó ese rol como si Laporta fuera a hacerle caso en algo, que no, y que además siguió confundiendo el encargo de asesorar con aparecer en los medios para criticar incluso a los propios profesionales del club. Laporta hubo de llamarlo al orden e invitarlo a desaparecer de las redes sociales, donde sufrió un borrado de sus intervenciones para evitar más conflictos después de expresar en público lo que de verdad pensaba Laporta y su núcleo sobre Ronald Koeman. La polémica precedió al cese del entrenador holandés.
Hasta ahora, oficialmente declarado palmero oficial con instrucciones concretas de no opinar en los medios y, desde luego, de no intervenir en los planes del presidente, ha vuelto a protagonizar otro desliz parecido, expresando su convencimiento que Xavi no era el entrenador idóneo para este momento. Como no pudo reprimirse, admitió su desacuerdo con la decisión de seguir con Xavi en el banquillo la próxima temporada al mismo tiempo que priorizaba, resignado, la «necesidad de remar todos juntos».
Conociendo a Enric Masip, que sólo hace seguidismo de su presidente por la cuenta que le trae, en realidad estaba expresando lo que de verdad se opina de Xavi en el ámbito directivo y de la propia presidencia. Otra cosa distinta es que, por falta de fair play salarial, no quede otro remedio que seguir con Xavi con el pretexto de darle estabilidad al equipo y al proyecto. En el fondo, como deportista, Masip sabe que la temporada ha sido un desastre, como lo saben el presidente y el resto de la junta. Ninguno dimitirá, sin embargo, con tal de poder seguir en el cargo.
