Que TV3 se ha convertido desde hace muchos años en una herramienta al servicio de la causa independentista es indiscutible. Hasta hace poco, todavía se escuchaban algunas voces de dentro de la cadena que defendían la objetividad de su trabajo. Sin embargo, hace semanas que órganos internos de TV3 como el Consejo Profesional de Informativos o el Sindicato de Periodistas de Cataluña han denunciado su sesgo favorable a los intereses del gobierno de la Generalitat. El fichaje por ERC de Tomàs Molina, que lleva 37 años en TV3 como presentador y director de su departamento de Meteorología, ha elevado aún más el tono de las críticas internas.
El Consejo Profesional de Informativos de TV3 emitió un comunicado, el pasado miércoles, en el que denunciaba que «la asociación de una cara visible de informativos a un partido político estropea nuestra imagen de independencia periodística». “Reconociendo el derecho de todo ciudadano a hacer carrera política, la decisión ha generado malestar en la redacción por cómo puede afectar a nuestra credibilidad. Decisiones como ésta contribuyen a asociarnos a determinados postulados políticos y de partido cuando los principios de la CCMA establecen claramente que ‘la producción y difusión de contenidos de nuestros medios es independiente del poder político y económico y está guiada por criterios profesionales y de servicio público’. Cuando una cara pública de TV3 se pone al servicio de un partido eclipsa el buen trabajo que los profesionales de informativos intentan realizar todos los días, precisamente para preservar esta distancia”, se lamenta en el comunicado.
En el texto del Consejo Profesional de Informativos se especifica que «esperamos que la cobertura de campaña que se le haga sea la misma que se haría a cualquier otro candidato». De entrada, el fichaje de Tomàs Molina por ERC ha sido motivo de comentario e incluso de conversación distendida en los telenotícies en los que ha sido la cara de la sección del Tiempo durante todos estos años. Los programas de humor como Polònia también le han echado una mano incorporándolo a sus gags de precampaña. El talante favorable al independentismo de este programa, realizado por la productora Minoria Absoluta, propiedad del portavoz mediático de ERC Toni Soler, ha sido denunciado a menudo como incompatible con el servicio público objetivo que se espera de TV3. Estos días, cientos de usuarios de la red X han participado en una encuesta en la que se preguntaba si creían que este programa y también Està passant y Més 324, descaradamente difusores de la ideología independentista, debían ser eliminados de la parrilla como mínimo durante la campaña electoral. El pasado miércoles, cuando la encuesta había superado las 700 visitas, tres de cada cuatro usuarios que habían votado se decantaban por eliminarlos siempre. Quienes optaban por hacerlo sólo durante la campaña electoral eran un 18%.
El Consejo de Informativos de TV3 también se ha quejado de que la nueva delegación de la cadena en la Catalunya Nord se haya situado en la sede del gobierno de la Generalitat en Perpinyà y que la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) tenga la intención de trasladar su delegación de Girona a la sede donde se encuentra la del gobierno de la Generalitat en la capital gerundense. Lógicamente, poca independencia puede exhibir una televisión que emite desde los locales del gobierno.
El Sindicato de Periodistas de Cataluña (SPC) fue muy claro en su denuncia del sectarismo de TV3 en un comunicado difundido el 11 de marzo donde acusó a los programas informativos de TV3 de “servilismo hacia el poder” y de “tufo oficialista ”.
La media noche del 25 al 26 de abril empezará la campaña electoral de las elecciones del 12 de mayo. TV3 lleva ya muchos años en campaña.
