Regar las lechugas o ducharse con Coca-Cola, no puede ser, algo tendremos que hacer o tendrán que hacer los gobernantes. Los administrados creo que ya lo sabemos, ahorrar agua, imprescindible, y debemos hacerlo. Pero eso no es suficiente.
Sí Israel que no tiene prácticamente agua ha sacado adelante agricultura productiva y suministra agua a la población, nosotros que tenemos muchas más posibilidades y recursos, ¿no podemos hacerlo? Sí que podemos. La Administración puede hacer muchas cosas y variadas; diversificar es una buena estrategia, pero la Generalitat ha pasado muchos años recreándose mirando con parsimonia los embalses llenos y dilatando soluciones sin prever una sequía fuerte como la que sufrimos.
En mi opinión entre las acciones que creo se pueden tomar hay un par que ya deberían estar en marcha en estos momentos. Por una parte habría que reutilizar todas las aguas de salida de depuradora, ya sea mediante un proceso de regeneración o bombeando la salida de todas estas aguas, aguas arriba para recargar acuíferos. Si ponemos de ejemplo la comarca del Vallès Oriental donde tenemos el Consorcio del Besòs que funciona magníficamente con una buena administración, si bombeara (creo que están estudiando implantar estos bombeo) las aguas arriba, recargaría los acuíferos con creces, sería una muy buena noticia para las reservas de agua y para el medio ambiente. Tengamos en cuenta, que la comarca recibe trasvase del Ter, significa que podríamos recuperar más agua y tranquilidad para los acuíferos. Si esto ocurriera el Vallès Oriental tendría unos acuíferos de reserva fantásticos. Y esto debe hacerse en todo el territorio.
La otra medida que creo imprescindible es conectar el trasvase del Ebro, sólo con 64 km de tubería de Tarragona a Olèrdola pasando junto a la AP-7 estaría hecho, fácil y económico. No habría que aumentar la captación. Con los 1,5 metros cúbicos por segundo que Tarragona no consume podría apoyarse ampliamente en el Área de Barcelona. Esta conexión se podría pactar que fuese sólo utilizada en caso de emergencia, fuese reversible y compensase el territorio de las Terres de l’Ebre con ayudas concretas. No hay que ponerse las manos a la cabeza al hablar de trasvase. Ahora ya tenemos el del Ter en Barcelona y el del Ebro en Tarragona. Incluso se había hablado del Ródano, un proyecto quizá algo faraónico. Ingenieros y economistas del país proponen la conexión Tarragona-Olèrdola. El gobierno de Aragonés parece que no está por la labor, realmente una equivocación política.
Otras soluciones que se apuntan, algunas son a muy largo plazo. Como el tema de las desalinizadoras, son caras de hacer y caras de mantener, poco ecológicas, aunque pueden ayudar.
No hablemos del tema de llevar agua con barcos porque sería el colmo de la irracionalidad.
Una buena medida también, aunque a largo plazo, sería modificar la normativa de viviendas, introducir la necesidad de almacenar agua de la lluvia y recuperar aguas dentro de las propias viviendas, siempre que sea posible. Esto requiere buenos estudios técnicos y ver cómo es implementa porque no todas las construcciones pueden soportarlo.
Por último, hacer una referencia a los ayuntamientos. Creo que estas administraciones, en general, han hecho los deberes, van mejorando las redes y no son de recibo algunas campañas que se han denunciado de fugas en las redes. Naturalmente que deben arreglarse, pero esto no es atacar el problema de la sequía es desviarse. En Catalunya Ràdio oí que en un programa pedían que la gente denunciara fugas, increíble. No sé cómo acabó el programa pero me pareció patético.
El país necesita soluciones porque la situación es muy complicada y, probablemente, pasado este episodio de sequía vengan más.
