El equipo médico del centro penitenciario de Mas d’Enric, en el Catllar (Tarragona), se niega a prestar atención médica programada en los módulos de la prisión si no se garantiza la presencia de un funcionario en la puerta del consultorio médico, según ha avanzado Diari de Tarragona y ha podido confirmar la ACN.
Después de que el pasado 13 de marzo un preso matara a una cocinera en este centro, los sanitarios han decidido adoptar la medida por «la escalada progresiva» de agresiones a las consultas médicas que denuncian, y por la falta de medios y de funcionarios de prisiones.
«Nos sentimos inseguros cuando hacemos cualquier actuación como sanitarios y nos vemos desprotegidos», ha expuesto Rubén Kobos, sanitario de Mas de Enric, quien ha añadido que se encuentran en situaciones de riesgo cuando pasan consulta a internos y que sufren agresiones físicas o verbales casi todos los días.
En ocasiones, y debido a la ausencia de vigilantes, otros presos «entran y salen» de la consulta «sin respetar la intimidad de su compañero», hasta el punto de que se pueden juntar hasta tres pacientes a la vez en la sala y se generan situaciones de tensión.
Estas agresiones e intimidaciones no siempre se contabilizan porque los sanitarios no elevan ninguna queja. «Las graves y que se han elevado, después no se ha hecho lo que debería hacerse», ha lamentado el sanitario en declaraciones a la ACN.
La seguridad solicitada depende de la Dirección General, encargada de «autorizar que haya más personal», en un contexto en el que se está denunciando una falta de efectivos en todos los ámbitos de las prisiones.
