¿Cuándo se jodió el periodismo en Cataluña?

El periodismo en Catalunya lleva muchos años con las vergüenzas al aire. Todo el mundo lo sabe pero pocos lo reconocen. Gran parte de los medios de comunicación más influyentes, encabezados por las emisoras públicas de la Generalitat y la radio con mayor audiencia del país, ejercen de portavoces de la causa. Ya hace tiempo que se ha normalizado esta situación y denunciarla no tiene ningún sentido porque las evidencias no es necesario denunciarlas, se constatan a simple vista. Tendría sentido hacerlo si sirviera de algo, pero la ceguera sectaria de los medios convencidos o cómplices de la causa les lleva a echarse al monte e ignorar las protestas de los ciudadanos que querrían ser informados y no adoctrinados.

Estos días se ha conocido que Oriol Soler, uno de los cerebros del Tsunami Democràtic, iniciativa puesta en marcha para movilizar al máximo de gente posible para protestar contra la sentencia del Tribunal Supremo por la celebración del referéndum independentista del 1 de octubre del 2017, creó un chat de Telegram para dar instrucciones a los medios de comunicación que estaban en sintonía con esa causa de cómo debían informar de ella. Y resulta que la lista de representantes de medios en sintonía con Soler y Tsunami Democràtic incluía -con nombres y apellidos de los directivos y periodistas implicados- a TV3, Catalunya Ràdio, RAC1, ARA, El Punt Avui, Vilaweb y Nació Digital, aparte de tertulianos y colaboradores de otros medios independentistas. Además de estos periodistas dirigentes destacados de ERC, como su portavoz, o profesores universitarios de Ciencias de la Comunicación, también estaban inscritos en este chat.

Rebobinemos: Un grupo de gente crea una instancia clandestina para organizar movilizaciones masivas y reúne a los responsables de informar a la ciudadanía de lo que ocurre en el país con la certeza de que no explicarán en qué consiste ese montaje y de que, además, ayudarán a cumplir sus objetivos difundiendo los mensajes que se considere necesarios para conseguirlos.

¿Dónde queda el periodismo?

Dicen que en las guerras la primera víctima es la verdad. En Catalunya no estamos en guerra pero el periodismo ha sido víctima desde hace demasiados años de una causa que le ha dejado malherido.

Que ocurra lo mismo en otros lugares del mundo o que en España sea abrumador el predominio de la derecha en los medios de comunicación no es, claro está, ningún consuelo sino más bien otro motivo de preocupación.

Siempre podemos esperar que algún día venga un Tsunami potente y se lleve por delante a todos los periodistas y directivos de medios que han contribuido al desprestigio de la profesión durante tanto tiempo.

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