Un trabajador de la discoteca Sutton de Barcelona ha asegurado este martes en el juicio contra Dani Alves por agresión sexual que la denunciante dijo, después de los hechos, que había entrado al lavabo voluntariamente pero que después se había “arrepentido”.
Este vigilante auxiliar ha explicado que atendió a la víctima después de los hechos y le curó la herida de la rodilla. Él no habló con ninguno de las tres chicas, pero sintió como la víctima decía a su amiga y a su prima que “estaba segura de lo que iba a hacer”, pero en un momento determinado se arrepintió».
Varios testigos más han confirmado que la chica estaba en estado de shock, que le costaba explicarse y que no quería denunciar porque no se hiciera público su nombre.
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