La Audiencia Nacional ha preguntado a la Fiscalía si ya puede destruir la gran cantidad de pruebas relacionadas con el procedimiento judicial de los atentados terroristas de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils.
El decreto del letrado de la administración de justicia del servicio de ejecutorias de la sala penal, adelantado por El Món y al que ha tenido acceso la ACN, pregunta si se pueden destruir, concretamente, los ordenadores, tabletas, teléfonos móviles, tarjetas SIM, tarjetas y lápices de memoria, cámaras de fotos, documentación, elementos para fabricar explosivos, vídeos y banderas de Estado Islámico, entre otros objetos.
La Audiencia, además, pregunta a la policía dónde están los vehículos de los condenados y los fallecidos, como la furgoneta de Abdelbaky Es Satty, imán de Ripoll, dos turismos de los hermanos Abouuyaqub, la moto de Mohamed Hichami, y los vehículos que los terroristas alquilaron para cometer los atentados.
El mismo decreto pide a la policía que el vehículo se ponga a disposición de sus legítimos herederos, una situación altamente improbable porque ninguno de sus herederos ha reclamado nunca el cuerpo del imán, añade la ACN.
Algunas acusaciones han adelantado que se opondrán a la destrucción de las pruebas porque presentaron un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Su objetivo con este recurso es confirmar si el imán de Ripoll está realmente muerto o colaboraba con los servicios secretos españoles, entre otras cuestiones que consideran que no se aclararon.
