La diputada leridana de Junts x Catalunya (JxCat) Cristina Casol denunció el pasado mes de noviembre la situación de “discriminación” y de “acoso por razón de género” que sufría dentro del grupo parlamentario. Con posterioridad, fue Aurora Madaula, vicepresidenta segunda del partido y secretaria segunda de la Mesa del Parlament, quien acusó de “violencias silenciosas” a otros diputados de Junts, después de ser desautorizada para apoyar a la activista feminista andorrana Vanessa Mendoza, perseguida por las autoridades judiciales del país del Pirineo. Desde entonces, está oficialmente de baja y no se ha reincorporado a sus funciones.
Tanto Cristina Casol como Aurora Madaula forman parte del núcleo de adictos a Laura Borràs, presidenta del partido, junto con los también diputados Francesc de Dalmases y Jaume Alonso-Cuevillas. La denuncia de Cristina Casol ha sido desestimada por la Oficina de Igualdad del Parlament, y ahora desde el partido le reclaman que renuncie al escaño, cosa a la que ella se niega, con la amenaza de pasar al grupo de no adscritos. También le baila el cargo a Aurora Madaula, cosa que pose en evidencia las fuertes tensiones internas que hay en Junts.
