El consejero de Interior de la Generalitat de Catalunya, Joan Ignasi Elena, se ha «remitido» a las palabras del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y del teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle, en referencia al trabajo conjunto entre Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana, y ha asegurado que «las relaciones y la cooperación son buenas y, permanentemente, si hay disfunciones se resuelven».
En una interpelación de Ciudadanos en el Parlamento catalán, después de que los últimos días La Vanguardia publicara que las dos policías estaban atravesando una «crisis institucional grave», Elena ha recogido las declaraciones de Batlle en que afirmaba que podía haber «algún momento puntual de descoordinación», pero ha defendido que estas situaciones se solucionan. A raíz de las informaciones publicadas en el medio mencionado, la Sindicatura de Barcelona mostró «preocupación» por la crisis, y advirtió que “podría poner en riesgo el trabajo conjunto en materia de investigación, principalmente de delitos vinculados al tráfico de drogas”.
Por otro lado, Elena ha insistido en que hay que «resolver» el problema de la reincidencia porque hay un «vacío legal», y ha reconocido la falta de agentes en el cuerpo apuntando que «sería de tonto que yo que he aumentado de 18.000 a 22.000 (los agentes) dijera que vamos sobrados de mossos».
