El RACC recomienda extremar la atención y conducir con máxima seguridad y precaución por el riesgo de nieve y hielo en las carreteras

Para planificar el viaje, los usuarios pueden informarse del estado de las carreteras escuchando las crónicas en directo del servicio de información de tráfico del RACC en las principales emisoras de radio catalanas en horario punta de la mañana

Ante la ola de frío intenso y la previsión de fuertes nevadas en todo el país, el RACC hace un llamamiento a los conductores para que extremen la prudencia si deben circular por carreteras con nieve y hielo o bajo condiciones adversas que piden una máxima atención antes y durante los trayectos.

En este sentido, el RACC recomienda a los usuarios que se informen de las alertas meteorológicas emitidas por el gobierno catalán, y que, en caso de fuerte temporal, no utilicen el vehículo privado si no resulta totalmente imprescindible.

Llevar cadenas, comprobar el estado de los neumáticos, programar el GPS antes de iniciar el trayecto, evitar maniobras bruscas al volante y aumentar la distancia de seguridad son algunas de las acciones que reducen el riesgo de accidentalidad en caso de que se deba circular.

Los conductores de un vehículo eléctrico, además, deben tener presente recomendaciones específicas, ya que el frío afecta a algunos aspectos fundamentales para su conducción, como son su rendimiento y su autonomía.

CONSEJOS GENERALES PARA CONDUCIR CON NIEVE

Conducir con nieve o en condiciones desfavorables como fuerte lluvia, frío intenso o temporal de viento implica riesgos añadidos, por lo que siempre es necesario aplicar recomendaciones que reducen el peligro de accidente o avería.

Antes de iniciar el trayecto

Comprobar el estado del vehículo y asegurar que se encuentra en condiciones óptimas: revisar vidrios, luces y escobillas, el nivel de líquido anticongelante y del aceite, así como el estado de los frenos, amortiguadores y de la dirección. Llevar el depósito de combustible lleno.

▪ Prestar especial atención al estado de los neumáticos: comprobar que el desgaste del dibujo no sea inferior a los 3mm, y que su presión es la adecuada (verificar en el manual de mantenimiento).

▪ Revisar el estado de la batería, cuya vida suele ser de cuatro años. El frío, la humedad y las bajas temperaturas afectan especialmente al sistema eléctrico, que sufre un 3% más de averías en invierno que en verano.

Asegurar que se dispone de los elementos de seguridad necesarios en caso de avería. Una  linterna, chaleco reflectante, mantas, agua potable y luz V16 o triángulos son elementos  imprescindibles.

▪ Programar el GPS antes de iniciar el viaje y consultar el estado de las carreteras. El RACC ofrece información actualizada a través de las conexiones diarias en directo, en horario de máxima audiencia por las mañanas, con las principales emisoras de radio catalanas. Si las condiciones son muy adversas, el mejor consejo es no conducir.

▪ Llevar cadenas y saber cómo se ponen. Tan importante es llevar este elemento de seguridad obligatorio estos días a muchas carreteras del país como saber cómo se colocan. Siempre van a las ruedas motrices y se ponen con el vehículo estacionado en un lugar seguro. Imprescindible  usar guantes. Las cadenas textiles son las más sencillas de poner, aunque se degradan rápido sobre asfalto.

Una vez en marcha, es importante

▪ Adaptar la conducción a las condiciones de la vía. En caso de frenado inesperado del vehículo que nos precede, debe tenerse en cuenta que sobre una superficie húmeda se necesitan 88 metros de media para detener un coche que circula a 60km/h.

▪ Realizar una conducción suave evitando maniobras bruscas. Es recomendable no hacer aceleraciones ni frenadas repentinas y, siempre que sea posible, hacer uso de las marchas largas. Para frenar es necesario reducir primero la marcha ya continuación pulsar el pedal de freno muy suavemente.

▪ Seguir el trazado de las marcas de rodadura de otros vehículos para reconocer más fácilmente el recorrido de la carretera y las maniobras que han hecho otros vehículos, como por ejemplo, el trazado de una curva o para detectar obstáculos en la carretera, tales como piedras. En las marcas antiguas se puede encontrar hielo. Sin embargo, la nieve acumulada en los bordes de la marca ayuda a guiar el vehículo.

▪ Regular el uso de la tecnología y evitar la manipulación en marcha de aparatos como el navegador. En momentos de conducción extrema, evitar las distracciones es la mejor decisión.

▪ Saber circular con las cadenas. Únicamente deben usarse si hay nieve en la carretera, nunca en asfalto seco. Es importante sacar las cadenas en cuanto se abandone el tramo de carretera nevado. Una vez puestas, circular con precaución ya una velocidad que no debería superar los 40 Km/h.

Con el coche ya estacionado hay que recordar

▪ No forzar demasiado el freno de mano. Con el coche estacionado, es recomendable no tensar demasiado  el freno de mano, ya que se podría congelar, dejando puesta una marcha.

▪ Levantar los limpiaparabrisas para evitar que el caucho se pegue en el cristal. Para deshacer el gel del parabrisas es preferible activar la calefacción con los aireadores para desentelar los cristales o utilizar un spray descongelante o una espátula adecuada a esta función específica. No verter nunca agua caliente porque el contraste de temperatura podría aumentar el riesgo de grieta de pequeñas roturas.

▪ Intentar aparcar en aparcamientos interiores. En vehículos diésel evitará la cristalización de la parafina del gasóleo.

CONSEJOS ADICIONALES PARA CONDUCTORES DE VEHÍCULOS ELÉCTRICOS

Antes del trayecto: revisar el vehículo y planificar la ruta.

▪ Asegurar que la batería del vehículo está con su carga máxima, ya que el frío intenso hace que consuma más y la carga se agote más rápido que en condiciones de clima suave, haciendo que la autonomía del vehículo sea menor.

▪ Planificar las recargas que se realizarán en el trayecto, sobre todo si es un recorrido largo, para evitar imprevistos con la autonomía del vehículo.

▪ Mantener limpios los puertos de carga del coche y los cables de carga, para evitar que acumulen hielo. Ayudará a garantizar una buena conexión y desconexión y una correcta carga.

▪ Poner en marcha la calefacción del vehículo cuando todavía está enchufado. A diferencia de los coches de combustión, que aprovechan el calor generado por el motor para calentar el interior del vehículo, los eléctricos necesitan consumir una parte importante de la carga de la batería para garantizar una temperatura de confort para el conductor y acompañantes. Por eso, es mejor iniciar el viaje con el interior del coche ya caliente, en lugar de obligar el sistema eléctrico a un esfuerzo adicional para calentarlo en marcha.

▪ Prestar atención a los neumáticos. Aunque muchos vehículos eléctricos suelen llevar neumáticos más estrechos, y por tanto más óptimos para conducir con nieve, es necesario prestar la máxima atención a su estado, presión y dibujo.

▪ Evitar sobrecargar el vehículo con peso innecesario, ya que podría reducir su autonomía.

Durante el trayecto, adaptar la conducción.

▪ Controlar la aceleración para evitar pérdidas de adherencia. La aceleración de un vehículo eléctrico es, por lo general, mucho más rápida que la de uno de combustión. Por eso sobre superficies con baja adherencia es necesario acelerar con especial suavidad y aumentar la distancia de seguridad para evitar choques u otras situaciones de riesgo.

▪ Utilizar el freno regenerativo. Los eléctricos cuentan con esta funcionalidad que resulta una ventaja sobre nieve, ya que ayuda a controlar la velocidad, contribuye a recargar la batería y puede evitar situaciones de frenado brusco o en las que el vehículo resbala.

▪ Evitar que la batería se descargue. No es aconsejable apurar la batería. En condiciones temporales adversas habrá que detener el vehículo para cargar la batería con mayor frecuencia y con mayor nivel de carga del que podría ser habitual en otras circunstancias.

Estacionar el vehículo en las condiciones más óptimas para mantener su batería:

▪ Si es posible, mantener el vehículo conectado cuando no esté en uso. Así la batería mantendrá una temperatura de trabajo óptima, evitando que al circular se descargue por un sobreesfuerzo.

▪ Aparcar en parkings interiores. De esta forma, se mantiene la batería a una temperatura más elevada, aumentando la autonomía.

Redacción de El Triangle – En colaboración con el RACC

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