El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el arzobispo-cardenal de Barcelona Joan Josep Omella, ha pedido este lunes rebajar la crispación social y ha recordado que «todos los pactos son lícitos en la medida que respeten el ordenamiento jurídico». Durante el discurso inaugural de la asamblea plenaria de los obispos españoles en Madrid, el prelado ha avisado, sin embargo, de que cualquier acuerdo que trate de modificar «el statu quo pactado por todos los españoles en la Constitución de 1978» tendría que contar, no solo con el consenso de todas las fuerzas políticas, sino también con el apoyo de una mayoría muy calificada de la sociedad.
«La reforma siempre es necesaria, pero tiene que respetar los mecanismos legales establecidos, tiene que buscar el bien común de todos y tiene que contar siempre con el consenso de la gran mayoría de los ciudadanos», ha detallado Omella. En este sentido, el cardenal ha indicado que, a pesar de que «el inmovilismo» no vale para frenar cualquier cambio, tampoco valen «tentativas reformistas» que «fragmenten la convivencia». «Asistimos con dolor a la polarización política que se está produciendo en nuestro país», ha añadido el cardenal, considerado muy próximo y alineado con los pensamientos y posicionamientos del Papa Francisco.
Omella, que ha aprovechado su discurso para saludar públicamente la elección de Pedro Sánchez, ha recordado también la tensión generada en las negociaciones. «Confío en que el nuevo presidente del gobierno de España investido recientemente trabaje activamente con el conjunto de todas las fuerzas políticas para recuperar la cohesión social y dedique todas sus fuerzas a coser las heridas sociales que han provocado algunos de los pactos recientes de investidura», ha manifestado el presidente de la CEE, que ha pedido al nuevo ejecutivo central que trabaje con la mirada puesta «a largo plazo» y pensando en dejar una España «unida» a las próximas generaciones.
