Más de 400 personas se han concentrado este lunes ante el centro social okupa L’Obrera de Sabadell para evitar su desalojo. El juez había ordenado que el desahucio se ejecutara a las 9.15h, por lo que al amanecer había comenzado una protesta ante la finca por parte de los movimientos sociales de la ciudad y el Sindicato de Alquiladoras. A media mañana, sin embargo, la comitiva judicial no había llegado, y los coordinadores de la Obrera lo han atribuido al peso de la movilización y han confiado en que finalmente el desalojo no se ejecutará este lunes. «Los vecinos quieren que L’Obrera se quede en el barrio porque hace una gran labor social», han asegurado. A medida que han adelantado las horas, la protesta se ha convertido en una jornada festiva.
Con motivo de la orden judicial de desahucio prevista para este lunes, más de un centenar de personas han pasado la noche en L’Obrera. A primera hora, se han sumado otros cientos de vecinos con el objetivo de detener el desalojo. La coordinadora del centro, Marina Jiménez, sostiene que son un espacio «de referencia» por los barrios del sur de Sabadell.
El espacio fue ocupado en mayo de 2015, momento en el que los movimientos sociales de esta zona de la ciudad crearon un gimnasio popular, un espacio de escuela de castellano y catalán para recién llegados, así como espacios para las entidades de la ciudad que no disponen de local. «Apoyamos toda una serie de barrios del sur de Sabadell que son de gente obrera y de los que el Ayuntamiento no se ocupa demasiado», ha resaltado Jiménez, que cifra en cerca de 150 los usuarios semanales de las actividades.
Desde la Obrera recuerdan que el edificio, ubicado en la avenida de Barberà, estaba «totalmente en desuso» cuando entraron, y relatan que rehabilitaron los 800 m² que tiene distribuidos en una planta baja y un primer piso. En ese momento la finca era propiedad de la desaparecida Cajamar, y hace tres años lo compró la constructora Nedax, según relatan los ocupantes. Los coordinadores del centro ocupa insisten defender la continuidad de su proyecto, y critican las intenciones «especuladoras» de la empresa propietaria, la cual tendría intención de levantar un bloque de pisos. Si al final se ejecutara el desahucio, instan al Ayuntamiento de Sabadell a facilitarles un espacio alternativo porque el ejecutivo «demuestre de qué lado está».
Fuentes municipales consultadas por el ACN apuntan a que el consistorio hizo de mediador entre los ocupas y la propiedad, y que fruto de esta negociación consiguió que la constructora se comprometiera a facilitarles un local en el futuro edificio que prevé construir donde ahora está La Obrera. El Ayuntamiento ha lamentado que lo rechazaron y ha declinado realizar ninguna valoración porque enmarca los hechos en una cuestión judicial y privada entre los propietarios y los ocupas.
A media mañana de este lunes el desahucio no se había ejecutado, lo que desde L’Obrera han atribuido directamente a la protesta. “Creemos firmemente que la policía no ha venido porque hemos traído aquí a más de 400 personas de toda la ciudad y de diferentes movimientos sociales”, aseveran, mientras se muestran expectantes a cuál será la nota fecha de desahucio que fijará el juez.
