«La CIA utilizó a los islamistas contra la Unión Soviética»

Entrevista a José Luis Martín Ramos

Catedrático emérito de Historia Contemporánea, en la Universidad Autónoma de Barcelona. Investigador del movimiento obrero y de la historia de la España, hasta el final de la República. Entre sus libros, Los orígenes del PSUC, Rojos contra Franco, Guerra y revolución en Cataluña y El Frente Popular. Victoria y derrota de la democracia en España. Ahora publica Afganistán. La última revolución del siglo XX (El Viejo Topo).

¿Por qué Afganistán, la última revolución del siglo XX?

Porque mirándolo cronológicamente, fue un proyecto revolucionario, no simplemente un golpe de Estado, que en su inicio es una insurrección, en el año 1973, contra el rey Mohammed Zahir Shah. Tiene un programa, más o menos elaborado, porque aún no se han enfrentado a la realidad. Cuando esto ocurre es cuando se ven las contradicciones, los problemas, las debilidades… Pero, en fin, se trataba de un programa de transformación de la sociedad afgana. Es posterior a la insurrección de Yemen, que fue aplastada, como lo fue luego la de Afganistán, fundamentalmente por la intervención de los Estados Unidos, primero de forma solapada y luego abiertamente.

¿Porqué la alianza entre familiares del rey depuesto y el Partido Comunista, en la insurrección?

El golpe interno, que fue de Palacio, con la proclamación de la República, consecuencia de conflictos internos en la dinastía reinante, no fue solo por cuestiones personales, que también, sino sobre de orientación del país. Su modernización y las relaciones internacionales son los pivotes en torno a los cuales gira el movimiento. El golpe, no violento, fue ejecutado por el entonces comandante del ejército, Mohammed Daoud Khan, que derroca al rey, aprovechando que se encontraba fuera del país. Su principal apoyo es el Partido Comunista, de muy reciente creación, con divisiones internas, organizado en la capital, Kabul, con apoyos en el mundo universitario, profesional y la poca clase obrera, pero muy presente en el Ejército. Porque, entre otras cosas, en su proceso de modernización, influye decisivamente la Unión Soviética, que lleva a cabo la formación de los jefes y oficiales. 

¿Entre este partido y el conjunto del país hay, digamos, un décalage especialmente llamativo, como el que quizás existió entre los bolcheviques y la población rusa, en 1917?

Todavía bastante más acusado, porque la revolución soviética se produce en una nación rusa construida, un imperio articulado. En Afganistán no hay nada de eso. Tenemos una sociedad poco desarrollada en términos de economía moderna, que no dispone de comunicaciones internas, y que está dominado todavía por la organización tribal histórica. Además, con una gran diversidad de pueblos, de etnias, con marcadas diferencias culturales y religiosas. La mayor parte son musulmanes sunitas, pero hay un porcentaje importante de población, los azara, chiita. Una población dispersa, viviendo entre montañas… Las capitales determinan mucho, pero en el caso de Afganistán, la política del país es la que se desarrolla en Kabul.

Llama la atención la naturaleza del debate que se libraba en el PC afgano, entre revolución democrática y revolución socialista, versus democracia, etc. Algo que se asemejaba a lo que ocurría en otros ámbitos. Por ejemplo, con el eurocomunismo…

Se puede ver desde la perspectiva de que tienen la mismas o similares discusiones que se están dando en Europa, y con las que se están produciendo en espacios similares del Tercer Mundo y, en particular en ese territorio de Oriente hacia la India. En definitiva, se remiten a las cuestiones clásicas de cual es el contenido efectivo de un proceso revolucionario que se desarrolla no en una sociedad capitalista madura, sino en una transición, con un peso muy fuerte del pasado, que es todavía presente, rural y tribal. 

Arrivato a questo punto, Estados Unidos se cuela en Afganistán ¿Por qué y cómo?

A partir de la independencia de la India y la participación con Pakistán, y también los movimientos de reforma que se producen en Irán, a partir de los 50, los EE.UU. empiezan a moverse hacia la zona. Afganistán aparecía como un territorio intermedio sin interés, hasta que este empieza a crecer a partir de los 70, cuando la monarquía se tambalea y el desarrollo económico y político de Afganistán se vincula a las relaciones con la Unión Soviética. En la élite gobernante americana se junta el hambre con las ganas de comer. Se está produciendo una situación de conflicto que puede generar una mayor aproximación de Afganistán a la Unión Soviética, una “comunistización” de Afganistán, que puede traducirse en una cuña, entre Irán y Pakistán contra los intereses norteamericanos. Paralelamente, la corporación Rand y otros think tank, vinculados a la CIA, elaboran la teoría de que una palanca importante para desestabilizar a la Unión Soviética sería el levantamiento de sus poblaciones islámicas. En consecuencia, deciden apoyar a los islamistas, que están reaccionando contra el programa, primero de Daoud y después de la República Democrática-

¿Estrategia en la cual Pakistán tuvo un papel muy destacado?

Pakistán y Afganistán tienen un conflicto antiguo motivado por el dibujo de las fronteras con la India. La frontera dividió a la población pastún. Una parte se quedó en Pakistán y mayoritariamente en Afganistán. De tanto en tanto, se producían choques entre Afganistán y Pakistán y entre ésta y la India. Cuando el gobierno americano decide intervenir, empieza haciéndolo del modo más oculto posible. Encuentran en Pakistán el socio ideal para penetrar en el conflicto afgano. Actúa como el instrumento de relación con los islamistas afganos. EE. UU. pone dinero e invita a otros, como Arabia Saudita, a hacerlo.

Y en esto irrumpen los talibanes ¿Algo novedoso o vinculado a las tradicionales corrientes islámicas?

La raíz de esto no es el chiismo, relativamente más moderado, que en Afganistán lo practican la minoría azara. En Pakistán venía desarrollándose desde finales del XIX una variante de lo que ahora entendemos como integrismo islámico, que no es más que una versión del wahabismo, de Arabia Saudí. De ahí que un personaje de una familia rica saudí, como Osama Bin Laden, surge de ahí. En el mundo islámico afgano, los que inician la rebelión contra la república democrática son islamistas tradicionales. Poco a poco, esa élite va teniendo un competidor, que nace en los campos de refugiados afganos, fundamentalmente pastunes, de Pakistán. Ahí van apareciendo nuevos líderes procedentes de las escuelas coránicas, que serán los talibanes. Eso acaba tomando cuerpo organizativo y político como consecuencia del desarrollo del mundo de la droga, que tiene directamente que ver con la intervención de EE.UU. y la necesidad de financiación de la guerra por medios ocultos. Esos maestros, los talibanes, de un lado y otro de la frontera acaban controlando el mercado de la droga. Los talibanes, que empiezan desde abajo, acaban tejiendo la unidad del movimiento islamista rebelde. Los islamistas, integristas radicales, plantean una aplicación literal de la sharía, incluyendo los textos que se van sumando al Corán.

¿Cómo funciona lo que se ha dado en llamar narco-Estado, de Afganistán?

En los años 60, uno de los destinos míticos del hipismo europeo era Kabul. El consumo de heroína era algo muy reducido y controlado por la Corte real. Cuando estalla la rebelión islamista, que necesita recursos financieros para armarse. Participan en ella EE.UU., Irán, Egipto… Y, en paralelo, comienza la explotación de la amapola. Los islamistas prohíben la producción para el mercado interno, y los campesinos empiezan a hacerlo para mercados cada vez más amplios. Así, los integristas disponen de recursos propios y dejan de depender tanto de sus patrocinadores externos. Cosa que no se mira con malos ojos, sino todo lo contrario, por los servicios secretos pakistaníes, que son quienes al final controlan y expanden el mercado.

En el imaginario etnocentrista occidental, Afganistán parece reducirse al infierno ¿Este simplismo, que reduce casi todo lo que allí sucede a la cuestión de la mujer, se está utilizado para impedir una visión más certera del país?

Si, pero hasta la información tóxica acaba derrumbándose. En la primera etapa de la guerra, que fue por la supervivencia de la República Democrática, toda la información se reducía a la maldad de la Unión Soviética. Se ocultó absolutamente la política de promoción de las mujeres, que empezaba por considerarlas personas con derechos y deberes, la alfabetización y la reforma agraria. La rebelión islamista empezó precisamente contra esto. Después se asimiló talibán a cafre, que no lo es. Lo que ha ocurrido después evidencia los resultados de la intervención americana en Afganistán, que en su último acto ha acabado en una retirada de los EE.UU., seguramente pactada con los talibanes.

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