El PDeCAT ha decidido poner fin a su actividad política. Así lo ha anunciado el presidente del partido, David Bonvehí, en una carta abierta a la militancia de este sábado, donde explica que el congreso de la formación ha decidido «por una amplia mayoría poner punto y final como Partit Demòcrata» y en consecuencia «no continuar» la actividad política.
Según Bonvehí, la decisión es fruto de la valoración que el partido ha hecho del actual momento político, de su trayectoria y de los últimos resultados electorales, en los que no obtuvieron ningún diputado en el Congreso. El PDeCAT tampoco tiene representación en el Parlamento y únicamente conserva algunos regidores.
El PDeCAT nació en julio del 2016 en el marco del proceso de refundación de Convergència Democràtica de Catalunya, tras la ruptura con Unió Democràtica de Catalunya, de la disolución de CiU y de unos años turbios para el partido, salpicado por casos vinculados a la corrupción. El entonces presidente de la Generalitat Carles Puigdemont y su antecesor, Artur Mas, formaron parte de este proceso de refundación que culminó en el verano del 2016 con un partido primero llamado Partit Demòcrata Català y después Partit Demòcrata Europeu Català (PDeCAT). En el 2020, Puigdemont y gran parte de lo que acabaría siendo Junts per Catalunya rompió sus vínculos con el partido.
En su misiva, Bonvehí reprocha a los «liderazgos políticos institucionales vinculados al partido» que en el 2019 no creyeran, dice, «que el Partido Demócrata fuera la herramienta de futuro» y que iniciaran «una distanciación evidente impulsando otro proyecto político»: JxCat. Transcurridos estos años y viendo que el PDeCAT no ha obtenido representación en solitario ni en el Parlamento ni en el Congreso, concluye Bonvehí, «se considera adecuado parar la actividad política».
