El clima en lucha contra nosotros

Contra nosotros significa contra todos los seres vivos que habitamos el Planeta Tierra. Pero más contra unos que contra otros porque ataca y duele más a los más débiles que no pueden defenderse, enferman más y mueren más bien.

Y de débiles tenemos en todas las familias, en todos los grupos de amigos. Son los niños y los mayores que tienen el sistema inmunológico más delicado, las edades menos activas a las que el mercado tiene poco en cuenta y al parecer, el conjunto de la sociedad tampoco. El cambio climático está provocado principalmente por el uso de combustibles fósiles que aparte de aumentar la temperatura contamina mortalmente. Hoy, sea cual sea el día en que usted leerá este artículo, morirán 10 personas de forma prematura en el área de Barcelona, alrededor de veinte mil en el mundo (cifras de la OMS). Por la Covid murieron unas 60.000 personas en España y nos estremecimos. La contaminación se lleva 44.000 al año y no nos indignamos. Ni tampoco por quienes resultarán heridos de por vida como enfermos de las vías respiratorias principalmente niños y mayores con sistemas inmunológicos debilitados que son más susceptibles a las ondas de calor y enfermedades asociadas.

Susana Alonso

Hay un segundo grupo de afectados y amenazados especialmente que son las clases más desfavorecidas económicamente con menos acceso a sistemas de atención médica que tampoco pueden llevar a cabo inversiones para resistir los calores extremos reformando sus hogares poco aislados, adquiriendo nuevos productos tecnológicos y haciendo  gastos corrientes elevados que no todo el mundo puede permitirse para protegerse de las elevadas temperaturas. Y no es que éstas provoquen algunas molestias ligeras sino que influyen decisivamente en la convivencia, en angustias e insomnios que terminan también deteriorando el estado general de la salud.

Hay un tercer grupo de seres vivos que no pueden quejarse ni defenderse: los vegetales y los demás animales. Aparentemente los defendemos con leyes llamadas de protección de animales y ecosistemas pero la principal protección que deberíamos procurarles es la del clima extremo que les provoca enfermedades hasta ahora insospechadas y la inadaptación al medio en el que viven. Los ecosistemas se ven afectados por el aumento de las temperaturas, lo que resulta en la pérdida de hábitats naturales y la extinción de especies. Todos los días, se pierden más de 150 especies, cada año entre 18.000 y 55.000 especies se extinguen.

El cambio climático amenaza finalmente a la economía. Los desastres naturales relacionados con el clima, como inundaciones y sequías extremas, causan daños a infraestructuras, agricultura e industria. Y particularmente al turismo que representa el 12% del PIB en Cataluña. El estudio de la Universidad alemana de Kiel sobre los lugares Patrimonio de la Humanidad amenazados por el cambio climático menciona que 47 de los 49 lugares analizados sufrirán impactos graves por inundaciones o erosión o por ambos factores. Entre ellos se encuentra el conjunto de Tarraco en nuestro país.

Y todavía hay gente que pide proteger la estética del paisaje cuando se quiere implantar energía renovable que es la forma más efectiva para luchar contra el cambio climático. Olvidan de forma insensata los problemas que ocasiona el nuevo clima y, de paso, sirven a los intereses de los monopolios y oligopolios que luchan en sentido contrario.

Antonio Guterres, secretario General de la ONU hace pocas semanas ante los principales dirigentes del mundo criticaba la falta de progreso en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y decía: “La Humanidad ha abierto las puertas del infierno. Este espantoso calor está teniendo efectos terroríficos. Angustiados agricultores ven cómo se pierden sus cosechas por las inundaciones, temperaturas sofocantes provocan enfermedades y miles de personas huyen asustadas de los históricos y furiosos incendios. La acción climática no está a la altura de la magnitud del desafío”.

El clima está en lucha contra nosotros. En realidad, detrás de él se camuflan agentes muy potentes. Son éstos quienes han provocado las temperaturas extremas y se resisten a abandonar el sistema económico y energético antiguos. El tiempo es un factor crítico pero todavía podemos actuar para proteger a las generaciones futuras. Está en nuestras manos decantar la batalla.

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