El Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia de la Audiencia de Barcelona que condenó a un agente de la Policía Local de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) que en 2014 provocó la muerte de un detenido.
El Supremo ha rechazado el recurso interpuesto por el acusado, que defendía que todo fue fruto de una acción «fortuita», en una resolución que considera que la actuación fue «desproporcionada», ya que traspasó los «límites» de la inmovilización de un detenido.
El agente inmovilizó a la víctima, presionando de forma continuada el cuello del hombre, que había entrado a robar a una empresa del polígono industrial, mientras otro agente le esposaba. «No hace falta ser policía para saber que se puede provocar la muerte de una persona», relata la sentencia que ha avanzado El Periódico y ha confirmado la ACN.
La Audiencia de Barcelona consideró en una primera sentencia, en 2021, que el agente «omitió» las técnicas de reducción de personas y presionó el cuello del detenido hasta el punto de provocarle una «insuficiencia respiratoria aguda y asfixia». El agente fue condenado en primer instancia a un año de cárcel y tres de inhabilitación por homicidio por grave imprudencia profesional.
