Los seis agentes de los Mossos d’Esquadra acusados de una agresión racista contra un joven negro en el Bages (Barcelona) en el 2019, han reconocido los hechos durante el juicio que se ha celebrado esta mañana en la Audiencia de Barcelona. Sin embargo, evitarán entrar en prisión porque la acusación particular, fiscalía y defensa llegaron a un acuerdo para rebajarles las penas, que eran de entre cuatro y seis años de cárcel. Por último, se les ha rebajado a un año de cárcel que podrán evitar a cambio de participar en un programa de igualdad de trato y no discriminación, tendrán que indemnizar a la víctima con 80.000 euros y no se podrán acercar a menos de 500 metros durante cuatro años. La juez también les ha impuesto seis meses de inhabilitación y una multa de 300 euros.
Los hechos denunciados sucedieron en el 2019, cuando seis agentes detuvieron a un joven llamado Wubi en un edificio ocupado en Manresa, y el joven vivió un episodio de insultos racistas, forcejeo y golpes por parte de los mossos que quedó registrado en una grabación de casi diez minutos. En esta grabación se escuchan insultos como «hijo de puta», «negro de mierda» y otros comentarios racistas repetidos constantemente. Pese a las súplicas del joven para que cesaran los insultos, los agentes no se detuvieron, e incluso uno de ellos siguió a Wubi hasta un descampado y disparó al aire con la intención de amedrentarle.
La Fiscalía, antes del juicio, pedía tres años y medio de cárcel por delitos contra la integridad moral y lesiones para los seis agentes, mientras que Wubi y la asociación SOS Racisme reclamaban seis años de cárcel y doce años de inhabilitación para ejercer de policía por delitos de torturas , amenazas y agresiones con sesgo racista.
