El regreso a la escuela en Cataluña ha quedado marcado por la huelga de profesores convocada por el sindicato USTEC-STEs, la Confederación General de Trabajadores (CGT) y la Intersindical este miércoles para reclamar una mejora de las condiciones salariales y laborales, un cambio en el calendario escolar y el paro de recortes. La manifestación ha comenzado en Barcelona a las 12 horas, en plaza Urquinaona y ha terminado en la plaza Sant Jaume, y el Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Catalunya ha establecido servicios mínimos en los centros educativos, con un director por centro y un docente por cada tres aulas en infantil, primaria y secundaria. En los centros de educación especial y guarderías, los servicios mínimos son del 50%.
USTEC-STEs, a través de Twitter, ha señalado que el objetivo de esta protesta es «seguir luchando y organizarnos mientras no haya un buen acuerdo que permita revertir recortes y empezar a recuperar el poder adquisitivo perdido desde 2009. No podemos aceptar seguir siendo los docentes peor pagados del Estado». USTEC ha asegurado que el cambio en el Departamento de Educación, cuando el consejero Josep González Cambray dejó su puesto a Anna Simó, paralizó las negociaciones, donde sobre la mesa había una oferta que incluía la equiparación salarial de todo el profesorado de Formación Profesional (FP) y dos horas de reducción para mayores de 55 años.
Asimismo, USTEC ha dicho que quiere legitimar el catalán «como lengua vehicular de pleno derecho en los centros educativos y en todos los niveles educativos», reclamar «la estabilización real de todas las plantillas, garantizar los derechos del personal interino y derogar los decretos de plantillas y direcciones por la erradicación del dedo y la entrevista como instrumento para obtener destinos, que abre paso a la arbitrariedad, a los abusos de poderes», que el personal laboral disfrute de unas mejores condiciones laborales y «seguir luchando» por una distribución horaria que se ajuste al horario lectivo del alumnado y resto de profesionales o el establecimiento del mismo calendario para las guarderías públicas.
Por otra parte, una de las novedades de este curso es la introducción del referente de coeducación, convivencia y bienestar emocional, la unificación de protocolos para detectar situaciones de violencia machista, LGTBI-fobia y acoso, y la creación de un registro para situaciones de violencia del alumnado.
En este contexto, unos setenta representantes sindicales han cortado la Gran Vía de Barcelona y han entrado en el interior del patio de la Fundación Bofill donde han lanzado tracas de petardos. Los piquetes han enganchado carteles en contra de la precarización de la Educación y han proferido cánticos como «En la escuela concertada un buen recorte», «No es innovación es privatización» o «Anna Simó, así no». También han cargado contra el adelanto del inicio de curso, y han acusado a la nueva consejera de Educación de dar continuidad a las políticas educativas iniciadas por los anteriores titulares del departamento. Así, han asegurado que Simó no ha hecho ningún cambio en el «núcleo duro» de Educación, y han reclamado «¡una escuela pública, laica, coeducadora, democrática y en catalán!».
Los piquetes han salido del Paseo de Sant Joan, se han desplazado hasta la plaza Tetuan y han recorrido la Gran Via hasta la calle Girona para expresar su rechazo hacia la Fundació Bofill. «Es el caballo de Troya de Educación», han valorado.
El Departamento de Educación ha cifrado en un 0,89% el seguimiento de la huelga en el sector público con la información aportada por el 61,27% de los centros, con datos de las 12 horas. el paro, que coincide con el inicio del curso escolar, está convocada por los sindicatos USTEC, Intersindical y CGT para el personal docente funcionario, interino y laboral de la enseñanza pública que depende del departamento, así como el personal de administración y servicios (PAS).
