A la vuelta de las vacaciones, el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, de Joaquín Aguirre, se ha apresurado a dictar un auto sobre el caso Negreira con disposiciones sobre la pretensión principal de la causa que no son precisamente alentadoras para la defensa del Barça. Respondiendo a la petición del Barça y de Josep Maria Bartomeu de excluir al Real Madrid como parte afectada, el juez sostiene no sólo que le asiste el pleno derecho a sentirse ofendido, sino que invita a que el resto de los clubs, cualquiera de los que haya jugado contra el FC Barcelona en el largo periodo investigado, se sienta igual de legitimado para su sumarse a la postura madridista.
El magistrado precisa que no existen indicios de compra concreta de uno o de varios partidos y se refiere, sin embargo, a un estado de ‘corrupción sistemática’ en el fútbol español en base al informe de la Guardia Civil sobre el rol de Enríquez Negreira en el Comité Técnico de Árbitros, a quien considera prácticamente el único responsable de la evaluación de los árbitros y también de sus ascensos, descensos y de su aptitud en un determinado momento para ser designados a un número más elevado o restringido de partidos. Es decir que, de acuerdo con el informe que ya obra en poder el juez, Negreira decidía si un árbitro podía ser de Primera e Internacional, o de Segunda y, por tanto, como directo resultado de su criterio, si podía ganar más o menos dinero. Para la Guardia Civil es evidente que Negreira influía, y mucho, en quién arbitraba aplicando criterios muy poco objetivos y sospechosos de arbitrariedad. Al juez le tocará ahora decidir si este material puede probar los delitos de corrupción deportiva y el de administración desleal, aunque el auto parece indicar que a la hora de formalizar ambas acusaciones se mantendrán.
En otro auto, el juez abre una pieza separada sobre el delito de blanqueo de dinero porque entiende que así avanzará más rápido el resto y rechaza imputar a Albert Soler por prevaricación y ocultación de información en su actuación pública tras dejar el Barça. También ha requerido a la Real Federación Española de Fútbol, a la que no admite como acusación particular, los cuestionarios respondidos por los árbitros sobre su relación con el hijo de Enríquez Negreira, documentación interna del Colegio de Árbitros y el informe del Área de Integridad de la Federación sobre el caso.
