El Consejo Superior de Deportes (CSD) ha pedido a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que no vuelva a «dar el espectáculo» del pasado viernes, cuando la plana mayor de la entidad aplaudió la intervención de su ya expresidente, Luis Rubiales, y que «esté a la altura». En una rueda de prensa desde Tarragona, el presidente del CSD, Víctor Francos, se ha dirigido directamente a Rubiales a preguntas de los periodistas, y le ha dicho que, a su parecer, «tendría que haberse ido el viernes».
Francos ha explicado que el CSD está a la espera de lo que decida el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) sobre Rubiales, que ya ha sido suspendido cautelarmente 90 días por la FIFA. El CSD presentó la semana pasada una denuncia contra Rubiales ante el TAD, y Francos ha anunciado que si es admitida a trámite, la postura del Consejo es que el actual presidente de la RFEF sea suspendido «sine die», hasta que se resuelva definitivamente el caso.
El presidente del CSD también ha contestado a la vicepresidenta del gobierno, Yolanda Díaz, que ha acusado al Consejo de actuar con lentitud, y le ha recordado que es un organismo estatal sometido a más directrices que la FIFA. Por otro lado, Francos también ha respondido a Sumar que la ley de paridad en las juntas de las federaciones, que esta mañana exigía el portavoz de la formación, Ernest Urtasun, no entra en vigor hasta el 1 de enero de 2024.
Preocupación por el Mundial de 2030
Por otro lado, el presidente del CSD también ha admitido que está «preocupado» por el deterioro que el asunto Rubiales puede haber causado en la imagen del fútbol español, en el contexto de la carrera que España lleva a cabo con otros países para organizar el Mundial de Fútbol de 2030 conjuntamente con Portugal. «Estamos peor situados que hace dos semanas», ha admitido, aunque ha confiado en poder cambiar la situación.
En este sentido, Francos ha revelado que este mismo lunes ha hablado con el vicepresidente de la FIFA para intentar «encarrilar» una situación que tampoco es «cómoda» para el organismo internacional. Sin embargo, se ha mostrado convencido de que «un hecho individual no puede nublar un esfuerzo colectivo».
