Un tren de Ferrocarriles de la Generalitat que transportaba potasa al Puerto de Barcelona descarriló el martes

Un tren de Ferrocarriles de la Generalidad (FGC) que transportaba potasa de las minas de la comarca del Bages al Puerto de Barcelona descarriló la tarde del martes. Este descarrilamiento, del que no informó la compañía pública, es el tercero que se produce en los últimos ocho días. El 15 de agosto, un talgo Valencia-Barcelona que circulaba sin pasajeros descarriló a la altura de Sitges. El pasado martes, el mismo día que descarriló el tren de FGC, también lo hizo uno de mercancías de Renfe entre las estaciones de Marça-Falset y Els Guiamets.

El descarrilamiento del tren de Ferrocarriles de la Generalitat se ha sabido este jueves por una noticia de Catalunya Informació en la que Juan Carlos Salmeron, autor del libro “Los trenes de la sal. Un siglo de Ferrocarril y minería en el Bages”, ha afirmado que muy probablemente el descarrilamiento se deba al sobrecalentamiento de las vías causado por la ola de calor que estamos sufriendo. Este sobrecalentamiento se conoce como «garrote» en la terminología ferroviaria y se debe, según Salmeron, a que «los carriles pesan mucho y el aumento de temperaturas hace que se deformen de forma rápida». Este experto ha afirmado también, en sus declaraciones a la emisora pública, que en los últimos años se han producido muchos «garrotes».

Ferrocarriles de la Generalitat lleva más de 40 años gestionando el transporte de sal, potasa y otras mercancías desde la comarca del Bages hasta el puerto de Barcelona. En este período ha habido varios descarrilamientos, el más importante de los cuales se produjo el 14 de diciembre de 1992 en el túnel de Rajadell. Ni en este accidente ni en los que ha habido posteriormente se han tenido que lamentar víctimas personales.