¿Por qué los errores en la reventa del Barça siempre son informáticos?

El Estadio Olímpico de Montjuïc el último Gamper

Foto: FC Barcelona

La experiencia en Montjuïc del primer partido en el exilio causado por el Espai Barça ha arrojado otra de esas noticias que empieza a ser demasiado frecuente en el universo del ticketing azulgrana. Una información de El Periódico reveló que “algunos socios, los que tenían entradas en los sectores 101 y 102 de la tribuna, se han encontrado con que otra persona tenía exactamente la misma entrada«.

«Algunos de ellos han sido reubicados pese a sus quejas en el otro lateral o en la segunda grada del Estadio Olímpico», continua el artículo, que indica que «a diferencia del Camp Nou, Montjuïc no tiene un control inicial y el socio llega directamente a los tornos para encaminar su boca». «Una vez dentro -según el relato de un aficionado-, encontrar tu asiento no es fácil. Damos muchas vueltas por la misma escalera, buscando la fila y el asiento. Todo está lleno. No hay manera de encontrar el sitio asignado. Cuando se llega donde indica la entrada, otra persona ocupa dicha butaca. Enseña su ticket y es idéntico al que tenemos, solo que en su boca aparece la 6120. Encontrar a alguien a quien preguntar se vuelve imposible, dado que este caso no es aislado. Tras varios minutos nos atienden y la chica desesperada me confiesa: ‘Yo de esto no tengo ni puñetera idea. No debería ser mi trabajo’. Se da media vuelta y se marcha sin mediar más palabra”.

Decenas de barcelonistas se toparon con este mismo problema y una situación de caos que, fuentes oficiosas del club, calificaron de error informático. Otro error informático que, en realidad, se ha venido reproduciendo con demasiada frecuencia sin que se tenga noticia de ningún despido o de la aplicación de soluciones drásticas. Cualquier informático coincidirá en que la posibilidad de vender exactamente la misma entrada dos veces para un mismo partido es prácticamente imposible, a menos que la incidencia la haya permitido un error más humano que tecnológico.

Ha ocurrido en partidos del Camp Nou varias veces anteriormente, y eso a pesar de que la junta del presidente Joan Laporta ya protagonizó hace unos meses el mayor escándalo de la historia del club y del fútbol europeo revendiendo casi 50.000 entradas del partido de Europa League entre el Barça y el Eintracht de Frankfurt a aficionados alemanes. Teóricamente tampoco se podían comprar online desde fuera ni las agencias oficiales podían distribuirlas a aficionados nominalmente con residencia en Alemania.

Aquel fraude de dimensiones colosales y extraordinarias, sin precedente, acabó con la expulsión de una de esas agencias que a los pocos meses fue rápidamente readmitida. Los errores humanos más que los informáticos son los que causan este tipo de situaciones como en el Gamper, donde los que se encontraron con su asiento ocupado, localidades de las más caras, tuvieron que conformarse con sentarse allí donde había butacas libres, en las peores zonas del estadio en cuanto a la visibilidad.

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