Unos correos hasta ahora inéditos revelarían que el rey emérito estaba al corriente de los negocios de Iñaki Urdangarin, pese a que durante el juicio del caso Nóos no pudo probarse. Son unos correos entre el exyerno de Joan Carlos y Corinna Larsen que este viernes ha publicado Vanitatis.
En estos correos queda demostrado que la relación entre ambos era «fluida y amistosa»: hacían cafés, ella le ayudaba a buscar trabajo y se dirigía a él como «querido Iñaki». Incluso en uno de los correos se ofrece a conseguirle una posición con un sueldo de 200.000 euros anuales y se compromete a hablar directamente con el presidente de la empresa.
Larsen, además, utilizaba el plural nosotros haciendo referencia a todos los miembros de la familia real y esto afianza la idea de que ella actuaba como una más de la familia y de que la confianza que le tenían era «máxima».
Larsen siempre ha asegurado que la Casa Real en todo momento estuvo al corriente de todos los excesos del exduque y que su ingreso en prisión fue una maniobra para intentar salvar la reputación de la infanta.