España registra el mayor índice de pobreza para los migrantes entre los países de la OCDE

El 40% de los inmigrantes residentes en el país se encuentran en riesgo de exclusión social, más del doble respecto a los nativos

Una mujer da clases a una inmigrante (Getty Images)

España ha registrado el mayor índice de pobreza por los migrantes entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El estudio, publicado este jueves por el propio organismo, apunta que un 40% de los inmigrantes residentes en España se encuentran en riesgo de exclusión social, muy por encima de la media de la OCDE (27,5%) y de la Unión Europea (26%). La cifra contrasta con la de las personas nacidas en el país, donde el porcentaje de gente en riesgo de exclusión social se sitúa en torno al 17%. Esto también se traduce en el mercado de trabajo, puesto que la tasa de desempleo de los inmigrantes en España (22%) es superior a la de los nativos (13%).

A diferencia de otros países, la brecha de pobreza entre los inmigrantes y los nativos en España se ha ensanchado en los últimos años. A lo largo del período 2010-2020, el número de personas en riesgo de exclusión social nacidas en el país se ha reducido un 0,5%, mientras que en el caso de los inmigrantes el número se ha incrementado cerca de un 2%. En el conjunto de la Unión Europea, en cambio, la población nativa apenas registró variaciones, mientras que el número de inmigrantes en riesgo de exclusión social se ha reducido un 2%.

Aunque el informe de la OCDE destaca el elevado grado de integración de los migrantes en España en estudios terciarios -uno de cada tres los tiene-, también lamenta su alto desempleo y las «dificultades» que deben enfrentar a la hora de encontrar trabajos de acuerdo a sus capacidades. De hecho, el organismo asegura que los inmigrantes tienen menos posibilidades de ser contratados en comparación con los nativos, señalando que buena parte de ellos se ven obligados a aceptar trabajos por debajo de su grado de calificación.

Asimismo, la OCDE ve más probable que los inmigrantes ocupen trabajos temporales o se vean forzados a trabajar horas extras para obtener ingresos suficientes. «Estos problemas se trasladan a sus hijos, que sufren las consecuencias de un mercado laboral deficiente», añade el estudio. Si bien el informe defiende que, en líneas generales, la integración de los inmigrantes en el conjunto de los países de la OCDE ha sido positiva a lo largo de las últimas décadas, también apunta que «hay mucho camino por recorrer» en relación con la reducción de la brecha con los nativos.

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