El Departamento de Interior de la Generalitat ha enviado cartas a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (comunes), y al alcalde de Mataró, David Bote (PSC), pidiendo explicaciones por las últimas actuaciones de sus policías que han generado polémica, según han explicado fuentes conocedoras a la ACN. Las cartas las firma Sònia Andolz, directora general de Administración de Seguridad, que reclama aclarar los detalles que han motivado las actuaciones policiales y si se ha abierto algún tipo de investigación para aclarar los hechos.
En concreto, se trata de la actuación de la Guardia Urbana contra miembros de un esplai en una fiesta el fin de semana pasado en el Barrio Gótico de Barcelona, donde se utilizaron las porras y el espray pimienta, y la detención por parte de la Policía Local de Mataró de un hombre acusado de resistencia y atentado contra la autoridad después de aparcar el coche encima de la acera y de otra persona por intentar obstruir la actuación policial.
En el caso de Barcelona, el Ayuntamiento ya avanzó que se había abierto una investigación interna y varios concejales cuestionaron la actuación de la Guardia Urbana. Los hechos pasaron cuando el esplai Santa Maria del Pi celebraba la fiesta de su 49º cumpleaños. Tenían autorización para celebrar un concierto, pero este tenía que finalizar a la una y media de la madrugada y a las dos todavía había ruido. Todo ello acabó con dos detenciones por resistencia y dos agentes heridos. La Guardia Urbana utilizó las porras y el espray pimienta y el esplai denuncia “violencia policial”.
En cuanto a Mataró, en las imágenes de la detención se aprecia como los asistentes reprochan la actuación de la policía por su contundencia, dado que el hombre se encuentra tendido en el suelo y lo retienen, y que un agente golpea con su defensa a otro hombre. Todo ello en un operativo con numerosos agentes del cuerpo local, muchos de los cuales iban con la defensa en la mano. En el vídeo, también se oye como los presentes trasladan a los agentes que el hombre estaba recogiendo su madre del bar, que sufría Alzheimer. El Sindicato de Vivienda de Mataró ha criticado la actuación, apuntando que, según los vecinos, la mujer también tiene problemas de movilidad, motivo por el cual el sindicato se ha puesto a disposición de la familia del afectado.
