Abogada, Presidenta de Valents, concejala en el Ayuntamiento de Barcelona, y candidata a la Alcaldía. Ha sido senadora, y diputada en el Parlamento de Cataluña. Acaba de publicar “Un viaje para valientes” (Editorial Deusto)
¿Por qué Valents? ¿Contrapunto a un clima más bien de lo contrario?
Se resume muy fácil: somos un partido catalán, constitucionalista, no independentista, no nacionalista, que viene a intentar romper con una larga tradición de gobiernos nacionalistas en Cataluña. Queremos cambiar los ayuntamientos ahora, en las próximas municipales, que en su mayoría están entregados al populismo independentista, o a la extrema izquierda comunista, que nos está gobernando. También intentar sustituir, en el Congreso de los Diputados, a los parlamentarios independentistas de Esquerra Republicana y Junts per Catalunya que hoy nos están representando.
¿Cómo es Valents, cuáles son sus objetivos, quienes formáis parte del partido?
El partido está formado por gente que venía de Ciudadanos, del Partido Socialista, de Unió Democrática, como yo… Y, sobre todo, por gente que viene de la sociedad civil: pequeños empresarios, autónomos…, como también es mi caso. Esa es la mentalidad que instauramos en el partido. De gestión, empresarial, para reactivar los municipios donde estemos gobernando. Relanzar la economía de Cataluña, a la que queremos convertir, otra vez, en el motor económico de España. Gente que ha optado por no abandonar Cataluña. Porque el “Procés” ha llevado a mucha gente a hacer las maletas e irse con sus familias y sus empresas. De ahí, un poco también, el nombre de Valents. Por aquellas personas, en fin, que están en un territorio muy complicado políticamente, fiscalmente, y siguen manteniendo el negocio, viviendo y escolarizando a sus hijos aquí. Queremos ser la voz de esas personas valientes que han decidido quedarse y no están representados en las instituciones.
¿La vocación municipalista que dice tener Valents apunta solo a la ciudad de Barcelona, o se extiende más allá, por el territorio?
Nos presentamos en sociedad a finales de enero del año pasado y, desde entonces, hemos ido implantando el partido en las cuatro provincias de Cataluña. Actualmente, disponemos de 76 concejales. Gente que se había presentado en candidaturas independientes, por Ciudadanos, el PP… En estas próximas elecciones, del 28 de mayo, nos presentamos en unos 150 municipios. Estaremos, sin duda, en las cuatro capitales de provincia, y en municipios con un peso importante, que representan el 85% del censo catalán.
Creemos que un proyecto político que aspire a consolidarse a largo plazo necesita implantarse en el territorio, en la base de los municipios. Y esa es nuestra vocación, con la idea asimismo de presentarnos en las elecciones autonómicas, generales y europeas.
¿En lo que a Barcelona respecta, cuales es, digamos, vuestra visión, y el marco de propuestas?
Analizamos la situación actual del ayuntamiento de Barcelona, con un gobierno, que no es solo Partido Socialista y Colau, sino, además Esquerra Republicana (llevan cuatro años con una entente muy sólida), que está empobreciendo la ciudad, para poder ser una Administración salvavidas, a costa de subvenciones públicas. Con eso se compra un voto, que es lo que permite seguir en el gobierno. Nosotros planteamos algo totalmente distinto, un gobierno pro-empresa. Nuestros ejes son seguridad, trabajo y libertad. Vamos a un ayuntamiento que elimine la delincuencia que tenemos en las calles, que fomente las oportunidades para la recuperación económica, incluido el turismo. Tenemos un ayuntamiento excesivamente intrusivo, que legisla para prohibir y sancionar. Nosotros queremos uno que confíe a la iniciativa privada la recuperación de la ciudad, y legisle bonificando.
¿Al filo de esto, que cabe decir respecto a la comparativa Barcelona-Madrid, tan de moda, en algunos círculos?
El ayuntamiento de Barcelona tiene un poder considerable para hacer frente a unas políticas nefastas de la Generalitat. En Cataluña hemos pasado del relato funesto de “España nos roba”, al más funesto aún de “Madrid nos roba”. Esto es una estrategia populista muy intencionada. Tenemos un gobierno de la Generalitat que necesita una Cataluña pobre para poder seguir aferrándose al relato de “España nos roba”, y un Ayuntamiento, que necesita una Barcelona decadente y pobre, para decir “Madrid nos roba”. El hecho que Madrid sea una ciudad que ha superado de largo a Barcelona, y no la única, es culpa de la Generalitat, del “Procés”, y del Ayuntamiento. A eso le sumamos un PSC, que tampoco hace de contrapeso, sino que es un socio imprescindible del independentismo y de Colau. Madrid tiene un proyecto claro. Cultural, que se basa en sus grandes museos; de restauración y turismo… Algo que ha conseguido porque tiene visión metropolitana, y una presidenta de la Comunidad que ha sido capaz de gestionar para sus ciudadanos y no para los intereses de su partido. Algo que nos falta aquí, gente con altura de miras, capaz de actuar más allá de los cuatro años de mandato. Nos empequeñecemos. Estamos cada vez más solos, más pobres y más tristes.
¿La medida estrella en vuestro firmamento programático?
Tenemos dos grandes medidas que nos definen. Somos el partido anti-ocupas. Es una medida estrella, muy necesaria en la ciudad. También somos el partido pro-empresa. Proponemos crear una concejalía de autónomos y emprendedores, de las que se derivan medidas como la unificación de la cuota de autónomos, licencias con declaración responsable, ayudas a la contratación directa…
¿Qué planteamiento ser hace Valents de la cuestión medioambiental, en sentido amplio? Aire que respiramos, eliminación de residuos, limpieza…
Barcelona es una gran capital, no un pueblo, para lo bueno y lo malo. Tenemos que entender que necesita actividad, coches…, que genera residuos y demanda más vías de circulación… A partir de ahí, hay que actuar sin perjudicar el concepto de gran capital. Algo que hoy se está haciendo. El coche no lo vamos a echar. Tenemos que transformarlo. En lugar de prohibir el coche, vamos a promocionar el transporte público, pensado como área metropolitana, los barrios, la situación de las personas… Hemos propuesto ayudas directas al cambio de vehículo, la instalación de puntos de recarga de coches eléctricos… Vamos a cuidar el verde que tenemos.
¿Por su dimensión, peso específico, influencia, proyección…, Barcelona no reclama un estatus original, propio de lo que se entiende por distrito federal?
Me gusta hablar de la Europa de las ciudades. Porque tienen un peso específico propio para configurar las políticas. Barcelona ya dispone de un estatus particular, una carta municipal que le confiere poderes, pero que el gobierno de la ciudad no sabe ejercer. Hace poco se puso sobre la mesa la cuestión de nuevas competencias, a lo que nosotros nos opusimos, porque antes de hacerlo, hay que asegurarse que se gestionan bien las que se tienen. Algo parecido le pasa a Cataluña, que exige muchas competencias, sin voluntad de gestionarlas. Un ayuntamiento grande, una gran metrópolis da mucho margen para actuar. Por ejemplo, tiene capacidad de decisión sobre el impuesto del CO2, que nosotros pensamos que debería anularse. Hay muchos ámbitos de actuación, y es ahí donde hablo de contrapeso al gobierno de la Generalitat. El Ayuntamiento puede decidir la modificación de impuestos establecidos por la Generalitat que considere gravosos. Barcelona tiene también una representatividad internacional importante, que tiene que saber aprovechar, Al final, no es tanto el título de lo que tienes o no, sino como lo ejecutas.
¿Qué hacemos con el turismo?
Bienvenido el turismo. Cualquier ciudad turística es un beneficio para sus habitantes. Barcelona tiene un clima estupendo, mar, montaña, la Feria… No queremos turismo del porro (con muchos locales abiertos en nada, que en su mayoría no cumplen la normativa), tampoco interesa el turismo de botellón, el delincuencial… Vamos a un turista de lujo, cultural, de congresos, de deporte… Podemos hacer que Barcelona sea turística durante todo el año. Hay que invertir en oferta de tiendas de venta, y restauración. El mensaje no es 200.000 cruceristas menos. Yo los quiero.
¿Mensaje final?
A la gente, que está muy cansada de como está la ciudad, y decepcionada con los partidos y con los políticos en general, y está dudando a quién votar, les transmito el mensaje que la opción de Valents es la de un gobierno que no se ha probado, Al final, si sigues votando lo mismo vas a obtener los mismos resultados.
