Los presidentes de Òmnium Cultural, Xavier Antich, y de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu, han dejado caer numerosas mentiras y han evitado responder a cuestiones vitales sobre el rigor del informe bautizado como Catalangate en la su comparecencia esta mañana en la comisión Pegasus del Parlament. Ambos han afirmado que el primer caso de espionaje con este programa a una de las supuestas víctimas del CatalanGate se produjo en 2015, cuando Pegasus todavía no existía. También tanto Antich como Feliu han asegurado que las contradicciones entre los peritajes que se han hecho se deben a que han usado metodologías distintas cuando, en realidad, todas se han realizado con la misma metodología.
Por otra parte, los presidentes de la ANC y Òmnium Cultural no han respondido a las preguntas directas que les han hecho los diputados del PSC y Ciudadanos Òscar Aparicio e Ignacio Martín sobre cómo y cuándo se produjo la conexión entre estas entidades y el colectivo canadiense Citizen Lab que publicó el CatalanGate o qué papel jugó en esta relación Elies Campo, el activista independentista que lo coordinó.
Antich y Feliu han insistido en que hay 65 personas partidarias de la independencia de Catalunya que han sido espiadas con los softwares maliciosos Pegasus y Candiru pero no han explicado por qué las 65 personas espiadas según Citizen Lab son distintas de las 65 espiadas según la web catalangate .cat creada por la ANC cuatro meses antes de que se hiciera público el informe. El presidente de Òmnium ha intentado justificar esta anticipación en la compra del dominio aduciendo que ya sabían que se estaba preparando el informe. Dolors Feliu se ha referido a la preocupación mostrada por varios relatores de Naciones Unidas porque todas las personas espiadas eran catalanas cuando en el listado de supuestas víctimas aparecen los vascos Arnaldo Otegi y Jon Iñarritu.
Los presidentes de las dos plataformas independentistas se han preguntado por qué se produjeron estos espionajes y se han limitado a decir que era porque se iba contra el independentismo, pero no han hecho ninguna alusión a que, durante el período en que se supone que se produjeron las infecciones, estaba funcionando la trama rusa del procés’, con negociaciones entre gobernantes catalanes y emisarios del Kremlin para conseguir el apoyo a la causa independentista.
Lo que sí ha reconocido Dolors Feliu es que el CatalanGate servirá para intentar anular todos los juicios en los que están implicadas personas pendientes de sentencia por su vinculación con la trama rusa del ‘procés’, la creación del Tsunami Democràtic u otros delitos. Una tesis que, según los críticos con ese montaje, es la razón fundamental de su existencia.
