Los comunes recriminan al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que anuncie la convocatoria de la mesa de partidos por el «acuerdo de claridad», pero «sin tener consenso y acuerdos trabajados» previamente con las demás formaciones. Esta idea se inspira en la ley de referéndum que se aprobó en Canadá en 2000, después de que Quebec celebrase dos referendos unilaterales.
En una rueda de prensa en el Parlament, el portavoz de En Comú Podem, David Cid, ha apuntado que el gobierno de ERC pone la propuesta sobre la mesa «en función de los problemas que tiene»: «Primero lo lanzó por la crisis con Junts y hoy por la crisis de la sequía». Si bien los comunes defienden la iniciativa, exigen que «se trabaje» con seriedad y «sobre todo que se busquen acuerdos con las fuerzas políticas». «Los consensos no se improvisan, se trabajan», remachó Cid.
