La asociación Aigua és Vida considera que “la gestión de la actual sequía pone de manifiesto que la entrada de nuevas fuentes de agua que no vaya acompañada de una política de contención de la demanda de agua no es otra cosa que parches: pan para hoy y hambre para mañana”. Esta plataforma, formada por organizaciones de la sociedad civil de ámbitos vecinales, sindicales, ecologistas o de solidaridad internacional, considera que es necesaria una Nueva Cultura del Agua que incorpore la necesidad de “dejar de crecer en el consumo de agua” y de “gestionar la demanda con los recursos locales que tenemos en el ámbito de la cuenca y preservar las masas de agua que son fuente de vida”.
Aigua és Vida considera que la actual sequía es de peores dimensiones que la que hubo en 2008 pero que “nos coge más preparados: con una reducción del consumo doméstico del 21%, con un decreto de sequía aprobado en 2020 y con una capacidad de desalación y regeneración en aumento, que supone 120 hectómetros cúbicos en 2022”. Sin embargo, esta plataforma reclama, en un comunicado emitido a finales de marzo, que se adopten medidas urgentes para hacer frente a la sequía. Insta al gobierno de la Generalitat y a los ayuntamientos catalanes «a tomarse en serio, velar e informar en detalle de las medidas fijadas en el Plan Especial de la Sequía para todos los escenarios pero en especial para la Alerta y la Excepcionalidad».
«No estar preparados para abordar la actual crisis del agua es una debilidad que es necesario revertir urgentemente», se lee en el comunicado, que recuerda que más de la mitad de los municipios de más de 20.000 habitantes no tienen sus Planes de Emergencia Municipal por Sequía” y propone que estos planes se extiendan también a los municipios más pequeños. Otra de las exigencias recogidas en esta nota es que «se garantice el derecho de acceso a la información a todos los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña en la gestión de esta sequía y de las que están por venir».
“Pocos meses antes de iniciar la temporada turística, consideramos que los municipios deben abordar y planificar el impacto que puede generar el aumento puntual, pero significativo, de la población en temporada de verano y tomar las medidas adecuadas para ahorro de agua. Creemos que es necesario restringir, por ejemplo, el uso de las duchas en las playas de la costa catalana en estado de alerta y excepcionalidad”, reivindica Aigua és Vida, que acaba el comunicado afirmando que “es urgente que la Generalitat de Catalunya, no sólo la Agencia Catalana del Agua, entienda la gravedad de la situación y la necesidad de sentar a los diferentes Departamentos y cruzar políticas para abordar la necesaria contención y gestión de la demanda, lo que supone redefinir las políticas de agricultura, ganadería, de urbanización y turismo”.
