La secretaria segunda de la Mesa del Parlament, Aurora Madaula, y el diputado de Junts Jaume Alonso-Cuevillas han registrado un documento este miércoles en el cual piden a la Mesa la restitución de Laura Borràs como presidenta de la cámara. En una rueda de prensa, Madaula ha defendido que «la sentencia descarta explícitamente la corrupción» porque no hay lucro personal, motivo por el cual Junts solicita a la Mesa dejar sin efecto el acuerdo por el cual se suspendió a Borràs.
Madaula ha asegurado que el artículo 25.4 del reglamento del Parlament pretendía penalizar casos que implicaran un beneficio personal, aunque en el redactado de la norma no se especifica, y ha criticado «la imprecisión y poca concreción» del artículo aplicado en referencia a los delitos vinculados a la corrupción. «Ha quedado claro que no ha habido perjuicio para la administración», ha defendido la secretaria segunda de la Mesa, que también ha apuntado que la aplicación del 25.4 «vulnera derechos fundamentales como el derecho a la presunción de inocencia, el derecho a la participación y representación política y el principio de seguridad jurídica».
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha condenado a Borràs a cuatro años y medio de prisión y 13 de inhabilitación por los delitos de prevaricación y falsedad documental por el fraccionamiento de 18 contratos a favor de un conocido suyo, Isaías Herrero, cuando presidía la Institución de las Letras Catalanas (ILC). Según ha argumentado Alonso-Cuevillas, el ordenamiento jurídico español no contempla «delitos de corrupción» y, a pesar de que la prevaricación puede ser corrupción en algunos casos, en el caso de la presidenta suspendida del Parlament no lo es porque no hay «ningún beneficio».
El asunto no se ha tratado con la ejecutiva
Preguntados por si la ejecutiva de Junts tenía conocimiento de este movimiento para restituir a Borràs al frente de la cámara catalana, Madaula y Alonso-Cuevillas se han limitado a responder que «lo sabían el secretario general (Jordi Turull), la presidenta del partido (Borràs) y el presidente del grupo parlamentario (Albert Batet)».
Así, los diputados de la formación posconvergente no han confirmado ni desmentido si el resto de la dirección del partido estaba informada, a pesar de que han comentado que en la reunión ejecutiva de lunes la cuestión no se trató. Según Alonso-Cuevillas, sin embargo, no hubo «ninguna voz discrepante» cuando el partido concluyó que la presidenta del partido y de la cámara seguía siendo Borràs.
