No. Por tanto, esto invalida el informe de Citizen Lab en cualquier proceso judicial. José Navarro, el perito que intervino en la Comisión Pegasus del Parlament de Catalunya el pasado viernes 31 de marzo reconoció que el colectivo canadiense no había respetado la cadena de custodia y que esto era criticable. Sin embargo, Navarro justificó en parte este defecto de la investigación del CatalanGate aduciendo que Citizen Lab, cuando la hizo, actuó con voluntad científica y no pericial.
La cadena de custodia es la documentación cronológica o el rastro en papel que registra la secuencia de una investigación, que permite analizar sus resultados y la disposición de sus materiales sin que puedan ser sometidos a manipulación. Ningún juez, por tanto, puede aceptar al CatalanGate de Citizen Lab como prueba judicial. Los magistrados que instruyen los sumarios relacionados con el CatalanGate han pedido a los independentistas que denuncian haber sido espiados que hagan nuevas periciales de sus teléfonos móviles porque el informe del equipo canadiense no tiene ninguna validez jurídica.
Es precisamente la empresa de José Navarro la que está realizando las nuevas pruebas periciales que han pedido los abogados de los independentistas. Según explicó en la sesión de la Comisión Pegasus, el 90% de sus análisis forenses de la quincena de teléfonos móviles que ha analizado han constatado infecciones o tentativas de infección con el programa Pegasus. Diana Riba, Miriam Nogueras y Elisenda Paluzie han afirmado, en los últimos días, que en las nuevas pruebas periciales se han detectado infecciones que Citizen Lab no anotó en su CatalanGate o han podido precisar mejor cuándo se produjeron los ataques a sus teléfonos.
Navarro aseguró que el hecho de que el CatalanGate no cuente con una cadena de custodia que pueda verificarlo no anula totalmente su valor. «No actuaban como peritos sino como investigadores», dijo. En los juzgados, la policía judicial hará sus propios peritajes de los teléfonos móviles de los independentistas presuntamente espiados. Si es que se los entregan, claro, que muchos se niegan a hacerlo.
