El Consejo de Europa ha alertado este jueves de un incremento de la violencia que sufren las personas migrantes en las fronteras, en un informe en el que su comité para la prevención de la tortura reclama a los gobiernos de los estados miembros de la Unión Europea (UE) que detengan las devoluciones en caliente.
De hecho, este informe no sólo refleja el auge de las denuncias por expulsiones violentas en zonas fronterizas terrestres y marítimas de la UE, sino también un incremento en el uso de las devoluciones en caliente «con mínima rendición de cuentas por parte de los estados».
Además, recuerda que las personas privadas de libertad «deben ser tratadas con dignidad y respeto a los principios de los derechos humanos tal y como reconoce la ley internacional». A este respecto, destaca que organizaciones civiles e internacionales han documentado actos que «ignoran las salvaguardias legales básicas» y el acceso al asilo en las fronteras, así como la existencia de malos tratos y de condiciones deficientes de detención sufridas por personas migrantes.