«Fuimos ‘moros’ antes que catalanes»

«Fuimos moros antes que catalanes». La frase la pronunció Dolors Bramon, filóloga, historiadora y experta en mundo islámico, a lo largo del encuentro organizado por el Instituto Europeo del Mediterráneo para presentar un informe sobre la presencia de voces de mujeres musulmanas e islamofobia de género y estereotipos en los medios de comunicación españoles. Fue una sesión muy interesante en la que se aportaron datos que muestran el tratamiento deficitario del papel de la mujer musulmana en nuestra sociedad en los periódicos El País, ABC y La Razón.

No todos estos datos son negativos desde la perspectiva de las mujeres musulmanas pero las quejas por sus defectos y carencias se hicieron patentes en el transcurso de la reunión. Las expresaron, además de la autora del informe, Nadia Ziani, periodistas, políticas, académicas y activistas sociales musulmanas.

Sobre la mesa, el tema habitual del uso del velo y sus repercusiones en el ámbito laboral y la convivencia cotidiana. Entre las participantes musulmanas en el encuentro había algunas que llevaban velo y otras no. En cambio, en los medios de comunicación cuando hay que ilustrar alguna noticia que trata sobre mujeres musulmanas la fotografía siempre es de mujeres veladas. Y suelen invitar a los debates televisivos a mujeres musulmanas para que hablen de la gastronomía del Ramadán o de la cuestión del velo pero no de otros temas que les interesan más que su fe religiosa.

Bramón recordó que antes que catalanes fuimos “moros” y el caso es que no estamos demasiado al corriente de ello. La historia que nos cuentan de Cataluña y España pasa muy rápido por la etapa de control árabe de nuestro territorio. Si es que pasa. Nos cuentan hazañas del Cid Campeador o de Guifré el Pilós pero nos esconden quiénes eran los líderes musulmanes que dominaron el país en el que vivimos hoy. Sólo nos hablan de Boabdil que tuvo que entregar las llaves de Granada después de «llorar como mujer lo que no supo defender como hombre». La historia la escriben los vencedores y los árabes acabaron perdiendo la batalla de su conquista en tierras europeas.

Ahora hay 600.000 personas musulmanas en Cataluña. Una de cada 13 catalanes lo es. «¿Qué quieren que hagamos para que se considere que estamos integradas?», se preguntó una de las participantes en el acto del IEMED. «La integración es una falacia», denunció otra.

No sé de dónde se lo sacó pero mi padre siempre decía que los Baiges éramos medio bereberes. Tengo que investigarlo. Quizá por eso tampoco me gusta la palabra integración y prefiero otras como convivencia, fraternidad y diálogo.

(Visited 233 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

HOY DESTACAMOS

Deja un comentario