El juicio contra la presidenta de Junta, Laura Borràs, por los contratos que se produjeron mientras era directora de la Institución de las Letras Catalanas le ha dejado fuera del juego político durante unas semanas. Pese a sus esfuerzos por evitarlo, su imagen ha quedado tocada tras escuchar cómo la le acusaban excolaboradores suyos y quienes habrían sido cómplices en las presuntas irregularidades de los contratos. Tras las jornadas del juicio, Borràs ha intentado volver con fuerza a la escena política, cargando duramente contra ERC, al Govern y al presidente, Pere Aragonès, y acusando a los republicanos de todas las traiciones posibles.
Desde JxCat, varios sectores consideran que alguien como ella, con un futuro judicial más que incierto y una autoridad política minada, no debería ser quien copara a todos los titulares de JxCat. Y además, el mensaje que destila es de ataque frontal y rabia absoluta contra ERC, lo que rompe todos los puentes con prácticamente el único posible socio de Govern al que Junts puede aspirar si quiere volver a tocar poder en Catalunya. Es por eso que estas voces, entre las que hay dirigentes de mucho peso, intentan parar los pies en Borràs o, al menos, que modere el tono y el mensaje. La batalla interna no ha estallado por completo, pero la sentencia de Borràs podría ser el detonante.
