Las mujeres con discapacidad intelectual reclaman que se tenga en cuenta su realidad a la hora de abordar la lucha por la igualdad de género. Así lo reivindican en un comunicado enviado por Dincat, que agrupa unas 300 entidades del sector, con motivo del 8-M. Dincat advierte que el colectivo sufre una discriminación interseccional por el hecho de ser mujeres y tener una discapacidad.
Las entidades alertan que las mujeres con discapacidad intelectual tienen menos acceso en la educación, una tasa de paro más elevada, salarios inferiores y un riesgo más elevado de sufrir abusos; una realidad poco reconocida y estudiada, indican. Una de las principales denuncias del sector este año es la discriminación que sufren en el acceso a los derechos sexuales y reproductivos.
Un estudio impulsado por Plena Inclusión España y que recoge Dincat revela que el 83% de las mujeres del colectivo no mantiene relaciones sexuales y que el 47% no tiene pareja. El 80% habla nada o poco de sexo y seis de cada diez declaran que no ha elegido los anticonceptivos que utiliza. Otra realidad que muestra el estudio es el de la maternidad: solo el 6% de las mujeres con discapacidad intelectual tiene hijos.
Dincat reclama el compromiso y la responsabilidad de las administraciones públicas y de la sociedad en general para «impulsar iniciativas que avancen hacia la igualdad de género teniendo en cuenta el colectivo». El sector pide que se haga valer el papel de las mismas mujeres con discapacidad intelectual en la lucha feminista, para que participen del movimiento y puedan visibilizar liderazgo.
Algunas de las demandas del sector son el acceso eficiente y adaptado a los servicios de salud, incluidos los de salud sexual y reproductiva; el cumplimiento del Pacto de Estado contra la Violencia de género teniendo en cuenta las mujeres con discapacidad en la hora de impulsar las políticas de prevención y abordaje y la puesta en marcha de políticas de ocupación que reduzcan la tasa de paro entre las mujeres con discapacidad.
