Biólogos del Instituto de Ciencias de Mar (ICM-CSIC) de Barcelona han marcado más de 300 tiburones pintarroja (Scyliorhinus canícula), un tipo de tiburón gato, para estudiar los movimientos y la capacidad de dispersión. Esta acción se enmarca dentro del proyecto BITER, una iniciativa liderada por la ICM-CSIC donde también participan la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y la Universitat de Girona (UdG) y que tiene previsto hacer el seguimiento de 5.000 tiburones gato entre Vilanova i la Geltrú y el Cap de Creus.
Los biólogos tienen previsto instalar dispositivos de seguimiento en ejemplares otras especies, como el congrio (Conger conger), el pulpo blanco (Eledone cirrhosa) y la cigala (Nephrops norvegicus). Utilizarán robots submarinos y técnicas de inteligencia artificial para seguir sus movimientos.
El tiburón más abundante en el Mediterráneo
El pintarroja es la especie de tiburón más abundante en el Mediterráneo gracias a su elevada resistencia a la presión pesquera. Puede llegar a medir 80 centímetros de longitud y se alimenta de un amplio abanico de organismos, principalmente crustáceos, pero también peces y cefalópodos.
Se puede encontrar entre los 100 y los 1.500 metros de profundidad y es más abundante entre los 300 y los 600 metros. “La amplia distribución de la especie y su alta tasa de supervivencia facilitan el estudio de sus movimientos. Esto nos permite conocer los tipos de hábitat por los que se mueve y el grado de conectividad entre ellos”, ha explicado el biólogo del ICM Joan Navarro, investigador principal del proyecto BITER. Navarro ha asegurado que “la metodología de marcaje que utilizamos es idónea para esta especie, puesto que no afecta su actividad en libertad”.
