Máxima tensión en las elecciones a la Federación Catalana de Fútbol que se celebran el lunes 13

El Tribunal Catalán del Deporte tiene que decidir si Joan Soteras se puede volver a presentar al no dimitir después de que los anteriores comicios fueran anulados

Juanjo Isern

Nunca en su más que centenaria historia, la Federación Catalana de Fútbol (FCF) ha vivido un proceso electoral tan dramático e incierto como el que culminará el próximo día 13, con la repetición de los comicios para escoger la junta directiva de la entidad. Esta convocatoria es consecuencia directa de la resolución del Tribunal Catalán del Deporte (TCE) del 12 de enero pasado, que anuló las elecciones celebradas el domingo 22 de mayo del año pasado, al constatar la existencia de graves irregularidades que habrían adulterado los resultados.

Las elecciones del año pasado las ganó Joan Soteras, con 396 votos, seguido por los candidatos Àlex Talavera (370) y Juanjo Isern (238). Después de analizar las papeletas emitidas, el TCE dictaminó que, como mínimo, había 175 que eran nulas. Puesto que la diferencia entre el primero y el segundo fue de solo 26 votos, el tribunal consideró que lo más prudente era proceder a la repetición de los comicios. Pero esta nueva convocatoria también está rodeada de mucha conflictividad. El TCE tiene que decidir si tiene en consideración el recurso presentado por el candidato Juanjo Isern (foto), en el cual pide que el hasta ahora presidente, Joan Soteras, sea eliminado de la carrera electoral.

Según este recurso, Joan Soteras y su junta directiva tendrían que haber presentado su dimisión inmediatamente después de tener conocimiento de esta resolución del TCE que anulaba las elecciones. Pero Joan Soteras decidió mantenerse en el cargo.

Finalmente, y ante la evidencia de esta irregularidad, aceptó dimitir el pasado día 29, cuando se hizo cargo de la dirección provisional de la entidad una comisión gestora. Según Juanjo Isern, el desacato durante 17 días de Joan Soteras a la resolución del TCE es un hecho muy grave que tendría que ser castigado con su inelegibilidad y la prohibición de volverse a presentar.

De la Federación Catalana de Fútbol forman parte 1.220 clubes. Al convocarse las nuevas elecciones en día laborable se teme que la participación pueda ser muy baja, en comparación con las anteriores.

El principal opositor ha quedado descalificado

El candidato Àlex Talavera, que quedó segundo en las elecciones celebradas el año pasado, ha tenido un papel protagonista en la denuncia de las irregularidades y en la anulación de los comicios decretada por el TCE. Fue él quién impugnó los resultados y ha mantenido la batalla legal que ha culminado con la repetición de las votaciones.

Si los dos candidatos que concentran la oposición en la gestión de Joan Soteras hubieran unido sus fuerzas, habrían ganado claramente las elecciones del año pasado. Pero la guerra de egos entre Àlex Talavera y Juanjo Isern impidió que formaran una candidatura conjunta.

Ahora, ante la convocatoria de las nuevas elecciones, ha pasado lo mismo. A pesar de las intensas negociaciones, no se había conseguido llegar a un acuerdo de unidad.

La situación dio un tumbo inesperado el viernes 3 de febrero, cuando 10 miembros de la candidatura de Àlex Talavera, partidarios de hacer un pacto ganador con Juanjo Isern, decidieron presentar la dimisión en bloque. Al tener conocimiento de esta situación, la junta electoral de la FCF decidió invalidar la candidatura de Àlex Talavera, puesto que no cuenta con el número mínimo de miembros (21) para optar legalmente a concurrir a las elecciones.

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