El PSOE y Podemos habían fijado este viernes como la fecha tope para cerrar un acuerdo que evite más rebajas de penas a los agresores sexuales a raíz de la ley del «solo sí es sí», pero finalmente se han dado unos días más de margen para continuar negociando.
Podemos acepta volver a subir las penas de la ley del «solo sí es sí» porque le pide, dice, Pedro Sánchez. Ahora bien, los morados no aceptan que el consentimiento de la mujer deje de ser el elemento clave para identificar una agresión sexual. Las negociaciones están encalladas.
La ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, dice que hay sintonía entre ambos partidos, pero deja claro que si al final no hay acuerdo, acabarán llevando la propuesta de reforma en el Congreso en solitario.
Podemos, en cambio, habla de discrepancias fuertes y no descarta que el PSOE ceda a la tentación de ir a buscar los votos del PP. En lo que sí que coinciden ambas formaciones es que la coalición no peligra. De hecho, Irene Montero no se plantea dimitir ni siquiera si el PSOE pacta la reforma de la ley con el PP y recupera los conceptos de violencia e intimidación.
