La Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha hecho un viraje en los últimos tiempos que la ha llevado de ser el referente cívico de todos los partidos independentistas a dedicarse a atacar las formaciones. Y últimamente, además, se ha centrado a arremeter, de manera velada o directa, contra Esquerra Republicana. Los pactos de ERC con el gobierno español y su renuncia a la unilateralidad inmediata han convertido el partido de Pere Aragonès y Oriol Junqueras en la diana de sus dardos. Además, notables miembros de la entidad se dedican sistemáticamente a hacer campaña contra los republicanos en las redes.
Todo esto, sumado a la concentración que la ANC hizo por primera vez contra el Govern coincidiendo con la salida de Junts del ejecutivo y con la cúpula exconvergente animando a su participación en esta movilización, ha hecho que la militancia de ERC que todavía estaba en la ANC haya replanteado su papel. Fuentes del secretariado de la ANC dicen que la distanciamiento con ERC se está notando y que las bajas de los socios se han multiplicado entre los republicanos. La rotura llega, además, cuando desde Juntos especulan en privado de conformar una lista conjunta con la ANC a las próximas elecciones si al partido de Laura Borràs hay una escisión.
