Tebas acusa a Laporta, con razón, de ser un indocumentado en materia económica

El presidente azulgrana lamenta que los clubs de la Premier ganen más, pero Barça y Madrid ingresan como los Top-10 ingleses y triplican y duplican a los clubs de LaLiga. El Bayern recibe 70 millones menos que el Barça

Javier Tebas, presidente de La Liga
Javier Tebas, presidente de La Liga.

La recurrente tendencia de Joan Laporta a quejarse de la persecución y el acoso de Laliga ha abierto un cauce de discusión directa con el presidente de LaLiga, Javier Tebas, que no se suele quedar atrás cuando se trata de defender los derechos corporativos de esta curiosa patronal atrapada hoy en un conflicto supremacista y complicado de superar, debido a la obsesiva deriva del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y de su único y entregado telonero y palmero, Joan Laporta, a favor de la Superliga.

El principal argumento para seguir adelante y abundar en el cisma y e conflicto provocado en el fútbol español, al menos al que se agarra Laporta para extender entre el barcelonismo ese mantra de victimismo y de club repudiado y perjudicado, radica en que “necesitamos la Superliga para poder competir con los grandes clubs de Europa”, poniendo de ejemplo la Premier inglesa, donde ha acabado jugando Haaland por mucho menos dinero del que Laporta se ha gastado en cubrir sus agujeros financieros y económicos.

La respuesta de Tebas para felicitarle el año ha sido palmaria y definitiva, pues le ha tuiteado frontalmente y sin derecho a réplica: “Estimado @JoanLaportaFCB, te paso los datos del reparto de tv del @FCBarcelona_es, comparado con clubes de la @premierleague, sois perfectamente competitivos, @laliga ingresa menos, y vosotros como los grandes de la @premierleague. Hay que informarse antes de rajar, le ha dicho, adjuntando un cuadro en el que se detalla y compara el reparto de los ingresos por los derechos de televisión de LaLiga comparativamente con la Premier.

Laporta pierde claramente ese debate porque, como le afea Javier Tebas, no se puede ir por el mundo como hace el presidente del Barça, con un relato inventado, oportunista y a medida del auditorio en lugar de estar al día de sus propios números y cuentas para no empeorar su imagen pública y la del club al que representa y dirige. Lo que Tebas le deja claro es que, por ingresos de televisión de la competición doméstica, el Real Madrid y el FC Barcelona ocuparían la octava y novena posición con 160,8 millones y 160,1 millones por detrás de Manchester City, campeón el año pasado, Liverpool, Tottenham, Arsenal, Chelsea y Manchester United, en un abanico que va desde de los 176 millones del City a los 164,2 millones del United.

No se da, por tanto, una diferencia abismal y objetiva suficiente como para lloriquear por ese motivo ni mucho menos para convencer o defenderse de los contrarios a la Superliga sobre esta distribución.

Lógicamente, existe una dotación algo superior, de entre 16 millones y 4 millones, entre esos clubs principales y el resto de la Premier por el efecto de dos variables. Una es el rendimiento deportivo y de audiencias y la otra es por consecuencia del hecho, también innegable, de que la Premier obtiene 2.861,2 millones por la venta global del derechos de televisión.

LaLiga española alcanzó en la misma temporada 2021-22 ingresos por valor de 1.601,1 millones; es decir, 1.260 millones menos.

Aun así, el criterio de LaLiga resulta excepcionalmente favorable al Real Madrid y a FC Barcelona, pues mientras ambos se benefician del 10,1% de los ingresos, en la Premier los seis más poderosos no embolsan, en ningún caso, más del 6%. Por poner un ejemplo ilustrativo de ese reparto de la Premier, que tiende a igualar a todos los clubs, el Brighton se lleva el 5%, un punto menos solamente que el Manchester City. En España, el tercer club es el At. Madrid con 130,3 millones y el 8,2% del pastel.

LaLiga vive ahora una dinámica absolutamente contraria a la de los tiempos de Sandro Rosell en la presidencia del FC Barcelona, cuando los clubs modestos comenzaron una guerra contra los grandes por la brecha que se estaba abriendo por culpa de la venta por separado de esos derechos a LaLiga a través de operadores distintos y de la rivalidad entre los propios Barça y Madrid, y la de las plataformas de Canal+ (Prisa), Mediapro y Telefónica. Fue el Barça quien propuso aumentar significativamente la parte de los clubs modestos y limitar de forma innegociable la de Barça y Madrid, fijada prácticamente por ley y unificada con el objeto y el propósito de que LaLiga dispusiera de la totalidad de los derechos y pudiera realizar una venta en paquete. Así, a lo largo de estos años el aumento de esos derechos ha servido básicamente para mejorar y consolidar la economía de los clubs con una dimensión sustancialmente inferior. De los 1.390,4 millones obtenidos en la Liga 2016-17, los clubs han pasado a esos 1.601,1 millones del último ejercicio, un crecimiento del 15,15%, superior al de la Premier en ese mismo periodo de 5,77%.

En ese reparto nacional del que tanto se quejan Laporta y Florentino, tanto Barça como Real Madrid ganan mucho más que nadie en una proporción que triplica la mayoría de los clubs y dobla generosamente la de Sevilla, Valencia, Betis y Real Sociedad, con esa excepción del Atletico de Madrid, que también estaría en la franja competitiva de la Premier, por debajo del Crystal Palace (138,5 m.), con sus 130,3 millones y el 8,2% de LaLiga.

El Bayern Múnich, que lleva amargándole la vida al Barça en las últimas Champions, apenas se lleva de la tele 90 millones y el 9,1% de la Bundesliga, una competición con menos valoración internacional que la Premier y LaLiga.

Otra cosa es el extraño viaje realizado por Laporta, que hace un año llegó a soñar con esos 370 millones de la Superliga (avanzados en forma de préstamo) y que, con el paso de los meses, además de esfumarse ese mal plan por inconsistente, egoísta y pésimamente presentado al mundo, se he debido conformar con los 160,1 millones de LaLiga menos el 25% a descontar por el efecto inmediato de una de sus palancas. O sea, 40 millones menos, no sólo esta temporada sino en veinticuatro años siguientes. Por ahí, los lamentos están de sobra justificados, pero ese recorte dramático no es desde luego culpa de Javier Tebas, sino exclusivamente de Laporta.

No deja de ser curioso, en cualquier caso, que Laporta se encomiende a los derechos de televisión de LaLiga para pedir el préstamo del siglo y al mismo tiempo se muestre fan y rendido admirador de los planes de Florentino con la Superliga. A saber lo que ha firmado teniendo en cuenta que el trato de esa misma Superliga con Josep Maria Bartomeu era de apoyo por parte del club azulgrana, siempre que la asamblea de socios del FC Barcelona lo aprobara previamente.

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