La presidenta suspendida del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs, ha manifestado este lunes que el hecho de que su abogado defensor, Gonzalo Boye, eligiera como perito a Emilio Hellín, exmiembro de Fuerza Nueva condenado por asesinato, es una «cuestión terriblemente dolorosa e incómoda» «, pero también ha expresado «confianza» en el equipo que la defenderá en el caso del presunto fraccionamiento de contratos de la Institución de las Letras Catalanas (ILC).
En declaraciones al programa Els Matins (TV3), refiriéndose por primera vez en público a Hellín, Borràs ha dicho que se enteró de la contratación de este perito «cuando se produjo la filtración de la Fiscalía», y ha considerado que la polémica «aparece ahora porque se quiere desviar la atención sobre ese peritaje». Además, ha afirmado que no se puede poner en entredicho su antifascismo ni el de sus abogados.
Borràs, por otra parte, ha evitado referirse demasiado al caso de Francesc de Dalmases, el diputado de Junts sancionado por el Parlamento catalán por el comportamiento intimidatorio con el que reprochó a una periodista de TV3 cómo se había entrevistado, precisamente, a Borràs en el programa Preguntes freqüents. La presidenta suspendida del Parlamento catalán se ha limitado, de hecho, a decir que fue una «polémica instrumentalizada» para perjudicarla a ella y al partido, y que De Dalmases se recupera de un problema cardíaco.
La líder de Junts también se ha referido a Rai López, consejero nacional de Junts cercano a ella, a cuyo terminal móvil Nació Digital vinculó el perfil falso de Joana Masdeu, desde el que acusó y criticó a Jordi Sànchez y Albert Batet. Borràs, en concreto, ha negado que López sea su colaborador, pero ha defendido que es inocente.
