Uno de los informes de la Guardia Civil que se ha conocido al levantarse el secreto del sumario de la investigación del juez Manuel García Castillón sobre el papel de los CDRs en el proceso independentista catalán sitúa al empresario Miguel Montero de Quadras como máximo responsable de lo que se conoce como el CNI digital catalán. Con este nombre se ha bautizado la plataforma que impulsa el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont para constituir una república digital que disponga de una criptomoneda propia y donde se puedan celebrar elecciones on line. Montero de Quadras se ha instalado en Nueva York desde el pasado 23 de septiembre.
Miguel Montero aparece en dos grafismos incluidos en este informe. En uno forma parte del grupo de cinco personas que integran lo que llaman «órgano de gestión de la plataforma digital del Consell per la República Catalana». El otro grafismo detalla a los asistentes a dos encuentros secretos celebrados en Cabrils y Montmaneu en los que participaron 14 personas, entre las que se encontraba Ramir de Prorrata-Doria, ex-candidato de JuntsxCatalunya en las elecciones al Parlament de 2017; David Queralt, actual jefe del Área de Contenidos en Riesgos, Emergencias y Protección Civil de la Generalitat; Roger Cumeras, «miembro de la comisión de interlocución de los CDRs» en el informe; Francesc Claret, mosso de esquadra adscrito al Servicio de Información de este cuerpo, y miembros de algunas policías locales y de la Assemblea Nacional Catalana. Si el primer grupo estaba centrado en la solución tecnológica de la creación de la república digital catalana que promueve Puigdemont, el segundo coordinaba actividades y movilizaciones concebidas para intentar controlar el territorio catalán en caso de una nueva proclamación de la independencia de Catalunya.
Montero, director ejecutivo de la empresa Atomian Cognitive Architecture, especializada en el desarrollo de aplicaciones de inteligencia artificial, niega vinculación alguna con estas actividades y atribuye que aparezca en este informe a una persecución policial y periodística de la que asegura que no sabe las razones.
Pese a que asegura que no quiere mezclar sus opiniones personales con su actividad profesional, los vínculos de Montero con el independentismo y algunas de las personas que la Guardia Civil considera que trabajaron con él para crear la plataforma digital de Puigdemont son evidentes. El 2 de octubre de 2017 escribía en su perfil de Linkedin que al día siguiente apoyaría la huelga general convocada por “la terrible represión contra los derechos fundamentales más elementales que hemos sufrido desde la dictadura de Franco” y pedía a quienes justificaban «este ataque intolerable contra personas indefensas, civiles pacíficos» que le retiraran de sus contactos. «Nunca haré negocios con vosotros», escribió.
El 5 de octubre del pasado año, cuando El Confidencial publicó que Montero estaba detrás del perfil de Twitter @CNICatalunya anunció que se querellaría contra este medio y el redactor que escribía la información. Ahora, cuando se ha conocido el informe de la Guardia Civil que le incrimina en este CNI digital ha anunciado, desde Nueva York, que ha puesto su defensa en manos de Gonzalo Boye, el abogado de Puigdemont.
Por lo que respecta a su canal de Twitter, @mike_atomian, el 26 de octubre tenía 348 seguidores y seguía a 275 perfiles. Entre los que le siguen se encuentra Tsunami Democràtic, Josep Maria Ganyet, uno de los activistas que la Guardia Civil incluye en el CNI digital, o Maria Dolors Gonyalons, coordinadora del grupo Escuts per la República. Él sigue también a Ganyet, varios trolls independentistas o Marc Planagumà, de Primàries Catalunya.
El perfil de Twitter @CNICatalunya va acompañado del nombre Miquel. Miguel Romero asegura que no es él.
