El director general de la Policía de la Generalitat de Cataluña, Pere Ferrer, ha afirmado que el nuevo comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent, no ha sido nombrando de manera interina y que no le consta que a finales de año habrá un nuevo jefe de los Mossos que sustituya a Sallent. En declaraciones a El matí de Catalunya Ràdio, Ferrer ha afirmado que Sallent «es el comisario jefe, no hay interinidad».
Pere Ferrer ha añadido que «el comisario Sallent es el comisario jefe, y todos los nombramientos de comisario jefe son en funciones. Se encomiendan las funciones de comisario jefe a una persona». El director general de la Policía ha asegurado que el nuevo comisario jefe de los Mossos «tiene el reconocimiento, no solo del director y del consejero, sino de puñados de mandos que desde ayer se han puesto a su disposición».
Ferrer también ha salido al paso de las informaciones que aseguran que a finales de año habrá un nuevo nombramiento que llevará a la intendente Rosa Maria Bosch a ocupar el cargo de máximo mando de los Mossos sustituyendo al comisario Sallent. Ferrer ha contestado con un: «No me consta».
La destitución este lunes de Josep Maria Estela como comisario jefe de la policía catalana ha sido el séptimo cambio de máximo responsable que ha sufrido el cuerpo en cinco años. Pere Ferrer ha afirmado que «hemos cesado a Estela porque no seguía el objetivo estratégico de feminizar el cuerpo» de los Mossos. En este contexto, Ferrer ha dicho que «no son deseables siete cambios en cinco años», añadiendo que «no es deseable la situación de ayer, nos entristeció».
El director general de la Policía ha lamentado las acusaciones que ha hecho el ex consejero catalán de Interior, Miquel Sàmper, en las cuales apuntaba que el comisario Sallent había admitido injerencias políticas en el cuerpo de los Mossos, como cuando ya fue el máximo responsable de junio de 2019 a noviembre de 2020. Pere Ferrer ha dicho que «es muy grave insinuar que hay injerencias políticas en el cuerpo» y que «atacar la honorabilidad de una persona es muy grave», añadiendo que «las palabras de Sàmper son un ataque a todas las comisarías de investigación criminal».
