Tras la prematura despedida de la selección española femenina en la Eurocopa de Inglaterra frente al equipo anfitrión, la guerra no ha cesado entre 15 jugadoras, a las que se ha sumado Alexia Putellas, y el cuerpo técnico del seleccionador nacional, Jorge Vilda. Un mes después, salió a la luz el rumor de que las capitanas habían pedido la destitución del entrenador al presidente de la Real Federación Española de Fútbol.
La filtración obligó a Paredes, Guijarro y Hermoso a desmentir la supuesta falsa noticia y reconocieron que se habían reunido con Vilda para hacerle saber el “malestar general del vestuario” por los malos resultados en la Eurocopa y la gestión del equipo por parte del cuerpo técnico. “Se va a intentar cambiar la situación para mejorar la situación de la selección”, afirmó la RFEF, según explicó Irene Paredes, defensa del FC Barcelona y portavoz de sus compañeras.
“¡Vilda, dimisión!”
El presidente Rubiales ha mostrado públicamente su apoyo al seleccionador: “Hay que reconocer que se ha apostado por el femenino. Recuerdo una llamada de Vilda en plena pandemia para seguir invirtiendo en esta parcela. Y se hizo. Se tiene a los mejores entrenadores. Los resultados llegan”.
El seleccionador español explicó que se estaba viviendo “una situación rara” que le había dejado una “sensación de decepción”, porque consideraba que “se han transgredido los códigos del deporte y del vestuario”. Muchos aficionados exclamaron “¡Vilda, dimisión!” antes y después de la primera parte del partido contra Hungría, el primer encuentro para poder participar en el mundial de Australia del 2023.
No serán convocadas
El jueves 22 de septiembre la RFEF difundió un comunicado donde ha anunciado que 15 jugadoras habían enviado correos electrónicos a la Federación con el mismo texto. Según la organización liderada por Rubiales, en el mensaje las jugadoras “renuncian a la selección nacional de España” hasta que “no se revierta” la “actual situación”, puesto que les “afecta de forma importante” en su “estado emocional” y en su “salud”.
En la nota, la RFEF ha aclarado que “no va a permitir que las jugadoras cuestionen la continuidad del seleccionador nacional y de su cuerpo técnico”, ya que es una “competencia” que no le corresponde. Ha advertido a las futbolistas de que están obligadas por ley a acudir a una concentración de la selección española si son convocadas, porque, si se niegan, pueden enfrentarse a la inhabilitación.
La organización ha asegurado que, de todos modos, no tomará ese tipo medidas. “Directamente, no convocará a las futbolistas que no desean vestir la camiseta de España”, ha sentenciado.
“La Federación contará únicamente con futbolistas comprometidas, aunque tenga que jugar con juveniles”, ha expresado. “Este hecho ha pasado a ser de una cuestión deportiva a una cuestión de dignidad”, ha añadido.
“Volver a conseguir los máximos éxitos”
Este viernes las 15 futbolistas, a las que se ha sumado Putellas, han publicado su respuesta a la RFEF. “En ningún caso hemos renunciado a la Selección Española de Fútbol”, han indicado.
Han criticado que la RFEF “ha hecho pública, de forma parcial e interesada, una comunicación privada, con información que afecta a nuestra salud”. Sus palabras se sitúan en el contexto de “respuesta a la petición de la propia Federación de conocer quiénes de nosotras queríamos no ser convocadas”. Pidieron no ser llamadas “hasta que no se reviertan situaciones que afectan a nuestro estado emocional y personal” y al rendimiento y los resultados deportivos de La Roja.
“Queremos una apuesta decidida por un proyecto profesional en el que se cuiden todos los aspectos para sacar el mejor rendimiento a un grupo de jugadoras con las que consideramos que se pueden conseguir más y mejores objetivos”, han aclarado las jugadoras en su comunicado. “Deseamos lo mejor para la RFEF, para la Selección Femenina y para nosotras en particular. Desde nuestra ambición como jugadoras, luchadoras y ganadoras tan solo deseamos poder volver a conseguir los máximos éxitos profesionales y personales”, han expresado.
