Jordi Baylina y Sònia Urpí. Carles Puigdemont y su pareja, Marcela Topor, también aparecen como víctimas en el informe que Citizen Lab y la Assemblea Nacional Catalana (ANC) han bautizado como Catalangate pero el laboratorio canadiense no ha encontrado rastros de espionaje en el teléfono móvil del expresidente. Citizen Lab incluye a Puigdemont como víctima para redondear el argumento de que todos los expresidentes de la Generalitat vinculados al proceso independentista han sido espiados pero para hacerlo apela a una justificación frágil: que su esposa y algunos amigos sí que han sido espiados con el malware Pegasus.
En cambio, los teléfonos de la pareja formada por Baylina y Urpí sí que constan en el informe de Citizen Lab como afectados por la intromisión con Pegasus. Según este informe, el teléfono de Baylina, sufrió 26 ataques entre el 29 de octubre de 2019 y el 11 de julio de 2020, y el de Sonia Urpí, dos, alrededor del 22 de junio de 2020.
En el portal catalangate.cat de la ANC presentan a Baylina como «desarrollador de Blockchain y activista digital, defiende desde Suiza la causa catalana». Desde Suiza y desde Barcelona, donde vive parte del año con Sònia Urpí, que, según la ANC, es miembro del secretariado nacional de esta plataforma desde junio de 2020 y “compañera de Jordi Baylina, experto en comunicación vinculado al exilio”. Además, también dice que “en julio de 2020 se convirtió en responsable de movilizaciones de la Assemblea Nacional Catalana y jugó un papel clave en la organización de las movilizaciones de la Diada Nacional del 11 de septiembre de 2020”.
