Las bajas por regla incapacitante se reconocerán y quedarán incluidas en el borrador de la ley de aborto que debe aprobarse en el Consejo de Ministros de la próxima semana. El acuerdo lo ha anunciado en Twitter la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Las bajas se asumirán por parte de la Seguridad Social desde el primer día y no se exigirá ningún mínimo cotizado, como ocurre con otras bajas comunes. Tampoco se fija de cuántos días será, porque dependerá de los que necesite cada mujer.
Dentro del gobierno español no todos han visto igual esta medida, que se ha promovido desde el Ministerio de Igualdad. Ha habido ministros socialistas que habían alertado de que esta baja podría discriminar a las mujeres en el trabajo.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, había dicho que se estaba trabajando para buscar un «buen equilibrio» entre dos elementos: reforzar «de forma contundente» la protección de las mujeres «en sus singularidades» y, al mismo tiempo, hacerlo compatible con que las mujeres tengan «una participación plena, sin que se vea entorpecida, en el mercado laboral». También la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, había dicho que el gobierno «no tomará ninguna medida que estigmatice a las mujeres».
La vicepresidenta segunda del gobierno español y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, defendió la «política laboral de género» y rebatió las declaraciones de Calviño: «Estigmatiza no tener la sensibilidad suficiente para comprender que somos distintas las mujeres y los hombres», ha dicho.
Por otra parte, Comisiones Obreras ha defendido el permiso menstrual propuesto por el Ministerio de Igualdad. «Es perfectamente razonable que si la menstruación genera una situación que inhabilita para trabajar, se pueda encauzar a través de una baja», ha dicho el secretario general del sindicato, Unai Sordo.
Desde UGT, no ven tan claro un tema que consideran complejo. Pepe Álvarez, el secretario general de UGT, ha destacado que es necesario que las mujeres «tengan todos los derechos desde el punto de vista de la salud», pero también ha dicho que «al mismo tiempo que reservamos todas las cuestiones que tengan que ver con la igualdad» también es necesario «preservar el acceso al trabajo con las mismas condiciones que los hombres».
Si después del Consejo de Ministros, lo aprobara también el Congreso, España sería el primer estado de Europa con una baja menstrual.
